• La distancia mínima entre los árboles;
• Evaluar la distancia mínima entre redes energi-
zadas. Si necesario, entrar en contacto con los
órganos responsables y solo ejecutar después de
previa liberación de las áreas involucradas.
2.16. Cortando la madera
ATENCIÓN!
Si la madera se cierra sobre la cadena
durante el corte, pare inmediatamente el
motor, levante el tronco con una palanca y
libere la motosierra (Figura 46). No inten-
te liberar la corriente tirando o acelerando
la motosierra.
Fig. 46 – Cortando la madera
• Si es difícil de cortar, compruebe el afilado de la
cadena de corte. Una cadena sega daña la mo-
tosierra;
• Apague el equipo cuando vaya a trabajar en otro
árbol;
• Cree una ruta de fuga antes de cortar el árbol;
• Nunca sierre encima de la altura de su hombro, ni
haga el trabajo con una sola mano;
• Nunca utilice accesorios que no sean indicados
por el fabricante;
• Si utiliza la motosierra por primera vez, efectúe al-
gunos cortes sobre un tronco estable para adquirir
seguridad en el uso;
• Para iniciar el corte, la garra batiente debe colo-
carse junto a la rama para evitar que la motosierra
escape de la posición de corte y usted pierda el
control del equipo;
• Siempre realice el corte con el motor en rotación
máxima. No se recomienda que el motor funcione
en rotación máxima durante más de 3 minutos sin
carga;
• Durante el corte, no mueva la motosierra hacia
adelante y hacia atrás como si fuera un serrucho;
• No haga fuerza sobre la motosierra; sólo su peso
es necesario para cortar con el mínimo esfuerzo.
2.17. Derribando un arból
Fig. 47 – Derribando un arból
• Deje libre la zona de trabajo.
• Prepara una amplia posibilidad de retroceso para
el momento en que el árbol inicie la caída.
• Tira las eventuales ramas de la parte inferior del
tronco hasta una altura de aproximadamente 2
(dos) metros.
• Se realiza un corte horizontal (paralelo al suelo)
correspondiente al diámetro del tronco, iniciando
por la parte donde se prevé la caída.
• Aproximadamente 10 cm más arriba, inicie un se-
gundo corte oblicuo (en un ángulo de 45°) que se
unirá al final del primer. Se obtendrá, así, una cuña
que determinará la dirección hacia donde el árbol
caerá;
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