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Idiomas disponibles
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Ruidos
inusuales
El aparato no se
enfría lo
suficiente
El aparato no se
enfría
Se forma
escarcha en el
interior del
aparato
Algunos
alimentos no
están
completamente
congelados.
La carne
congelada tiene
rayas blancas
La puerta es
difícil de abrir
Su dispositivo
no funciona
Aparece
condensación
en el exterior del
aparato.
La luz no
funciona
Compruebe que los pies de su aparato están ajustados y que son
estables.
Compruebe que no está en contacto con una pared.
Compruebe que todas las piezas desmontables (bandejas, estantes,
etc.) están en su sitio.
Compruebe que la temperatura esté ajustada correctamente. Si no es
así, ajuste la temperatura adecuadamente.
Compruebe que no ha introducido demasiados alimentos o alimentos
calientes en el aparato.
No abra la puerta del aparato con demasiada frecuencia ni la deje
abierta.
Compruebe que la puerta está bien cerrada.
Mantenga el aparato alejado de fuentes de calor.
Asegúrese de que se respeta la ventilación alrededor del aparato.
Comprueba que tu aparato está bien enchufado.
Comprueba que el disyuntor de tu casa no esté desconectado, que el
fusible no se haya fundido o desenroscado.
No abra la puerta del aparato con demasiada frecuencia ni la deje
abierta.
Es bastante normal que los alimentos que contienen mucho azúcar,
grasa o alcohol no se congelen del todo y permanezcan parcialmente
blandos (helados, zumos de fruta, etc.).
Compruebe que la temperatura de su aparato está ajustada
correctamente y no es demasiado baja.
Compruebe que no ha guardado estas carnes en el congelador
durante demasiado tiempo.
Es normal que la puerta ofrezca cierta resistencia al abrirse, sobre
todo cuando acaba de cerrarla. En su aparato se crea un pequeño
vacío que sirve para que la puerta quede perfectamente sellada.
Espere unos instantes antes de volver a abrirla.
Comprueba que tu aparato está enchufado y encendido.
Compruebe que no se ha fundido el fusible de la instalación eléctrica.
Esto puede deberse a un cambio en la temperatura ambiente. Limpie
los restos de humedad. Si el problema persiste, póngase en contacto
con el establecimiento donde realizó la compra.
Comprueba que tu dispositivo está correctamente conectado.
Comprueba que el disyuntor de tu casa no esté desconectado, que el
fusible no esté fundido o desenroscado.
Compruebe que la bombilla no esté fundida y consulte el capítulo
"Cambio de la bombilla".
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