Utilización de cada uno de los instrumentos de la estación
meteorológica
El anemómetro – qué hace
Con el anemómetro puedes medir la velocidad del viento. Esto te dirá si el día está en
calma, si hay brisa o si hay tormenta. El viento es aire en movimiento y está causado por
cambios en la temperatura y en la presión del aire. La velocidad con la que sopla el aire
influye en el calor o el frío que sentimos. Si el viento pasa a nuestro lado muy rápido, quita
calor de nuestros cuerpos y sentimos fresco. Es lo que llamamos un escalofrío Por eso, en
días muy calurosos y soleados nos sentimos más frescos cuando sopla el viento.
¿Cómo utilizarlo?
Un anemómetro funciona al girar cuando sopla el aire. El viento choca con las cazoletas
que tiene al final de cada una de sus aspas. Cuánto más rápido sopla el viento, más
rápidamente gira el anemómetro. El anemómetro está conectado al medidor que hay en la
pantalla, debajo de éste. Cuando el anemómetro gira, verás que el medidor te indicará la
velocidad del viento en millas por hora (mph).
Como verás, el viento normalmente no sopla a la misma velocidad siempre. Algunas veces
es muy leve y de repente se levanta una racha y en el medidor refleja una gran velocidad.
Para conseguir un valor promedio, todo lo que has de hacer es observar el medidor durante
unos minutos. Asegúrate de que no bloqueas con tu cuerpo el paso del viento; trata de
estar en un lateral de la estación cuando tomes las lecturas. Pues bien, verás que la
velocidad del viento va saltado, pero si la observas el tiempo suficiente, observarás que hay
una velocidad que se prolonga durante más tiempo que otras. Lo que has de hacer es
determinar cuidadosamente cuál es esa velocidad predominante. También deberías anotar
la velocidad de las rachas de más intensidad.
A menudo habrás escuchado en TV, en las predicciones del tiempo, frases como "hoy hay
viento fuerte, con rachas de hasta 40 mph (64 kph)". Esto significa que, aunque la velocidad
media del viento pueda ser mucho menor, hay momentos en los que el viento soplará a 64
kph. Observa tu medidor durante unos minutos. Anota la velocidad del viento indicada por el
medidor cuando la aguja estaba en su punto más alto. Cada vez que vayas a hacer un
registro del tiempo, deberás observar el medidor durante el mismo periodo de tiempo. Así
conseguirás unas lecturas más exactas.
Así pues, al finalizar tu lectura tendrás dos cifras: la velocidad media del viento y la racha
de máxima intensidad.