Hacer que funcione tu estación meteorológica
Ahora que has decidido dónde situar tu estación meteorológica, puedes planear cómo
vas a registrar los datos. Tienes que decidir cada cuánto deseas ir a mirarla.
Tienes que estar seguro de que podrás hacerlo a la misma hora cada día, tanto tiempo
como quieras que dure tu toma de datos.
Deberías comprobarla cada mañana, antes del desayuno. O podrías hacerlo en cuanto
llegues a casa del colegio, antes de ponerte a hacer los deberes. Cuanto más puedas
observar tu estación meteorológica, mejor entenderás los patrones del tiempo de tu
localidad.
Cuanta más información recojas, más fácil será predecir el tiempo futuro y hacer tus
propias predicciones.
Mantener un registro del tiempo
Para esto necesitarás:
• un cuaderno
• un bolígrafo
En la parte superior de una página en tu cuaderno marca las fechas de la semana en
que vas a realizar las observaciones en tu estación meteorológica. Si las haces dos
veces al día, ¡asegúrate de que dejas un espacio para la información de la mañana y la
de la tarde!
En la parte izquierda haz una lista que incluya lluvias, temperatura, velocidad del viento,
dirección del viento y tipo de nubes.
Esto conforma una hoja sencilla en la que podrás hacer un seguimiento de tus hallazgos.
Cuando vayas a tu estación meteorológica, ¡ten la precaución de leer toda la información
de la forma más precisa que puedas!
Una vez que hayas recopilado la información de una semana entera, ¡tendrás una
página llena de datos interesantes! Podrías trazar un gráfico que muestre cómo la
temperatura ha ido cambiando cada día. Podrías hacer dibujos de las nubes que has
visto cada día en el atlas. Y podrías marcar flechas como las de la brújula para mostrar la
dirección del viento. ¡Entonces tendrás una imagen real del tiempo que has estudiado en
esa semana! ¡Llévaselo a tu profesor para enseñarle lo que has aprendido!