Para tener un buen rendimiento, la leña debe ser seca, porque produce menos humo, menos hollín y menos monóxido
de carbono. La leña sin humedad garantiza una elección más correcta y permite obtener el máximo de la estufa.
Recordarse siempre partir la leña para que pierda la humedad: más elevado es su contenido de agua, mayor es la
cantidad de calor necesario para incendiarse, todo calor que se quita para tu bienestar.
En base al peso en kg de un metro cúbico de material, la leña se puede dividir en
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La
leña dulce
(300- 350 kg/m3 por ej. abeto, pino, álamo, aliso, castaño, sauce) quema rápidamente produciendo un
calor más fuerte, se hace por lo tanto óptima para iniciar el fuego pero un uso como combustible necesitaría una recarga
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frecuente de la estufa. La
leña dulce
la chimenea.
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La
leña fuerte
en cambio (350- 400 kg/m3 por ej. olmo, encina, haya, fresno) tiene una combustión más lenta
produciendo luego un calor más duradero, es por estas características que se elige en el ámbito de la calefacción
doméstica.
Con la finalidad de calefaccionar, las maderas se pueden dividir en:
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Calidad óptima: encina, fresno, haya, arce.
•
Calidad discreta: castaño, abedul y aliso
•
Calidad aceptable: tilo, álamo y sauce
EL PODER CALORÍFICO:
El poder calorífico de la leña por consiguiente depende tanto de la densidad debido al tipo de leña, como al grado de
humedad contenido. Como consecuencia de estas variables también la potencia de estufas y calderas resulta
directamente influenciada. En función de su humedad, se puede indicar en:
En promedio, para madera bien estacionada, se puede hacer referencia a un poder calorífico de 3200 kcal/kg.
07. COMBUSTIBLE
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produce también mayor creosota, lo que significa tener que limpiar más seguido
Poder calorífico kcal/kg
% de humedad
15%
20%
25%
30%
35%
40%
11
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leña dulce
y
leña fuerte
3490
3250
3010
2780
2450
2300
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