Autoclave GIMA H100 automatic
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ESTERILIZACION CON VAPOR SATURADO:
CONCEPTOS GENERALES
La experiencia adquirida en muchos años de aplicación han demostrado que todos los métodos disponibles para la
esterilización son fiables, pero el más seguro y eficaz para obtener una completa asepsia es ciertamente el tratamiento
con autoclave a vapor saturado de agua (el método más usado en todos los hospitales).
El principio del funcionamiento de la autoclave está regulado por la ley de Boyle-Mariotte que funde presión,
temperatura y volumen.
Las autoclaves a agua destilada basan la función esterilizadora sólo y exclusivamente en la perfecta distribución del
calor, mediante la acción del vapor saturado que actúa el cambio térmico con el material para esterilizar (el calor latente
de evaporación del agua es muy elevado: 539Kcal/Kg. a 100 °C – 526 a 120 °C – 519 a 130 °C).
La razòn principal de la esterilización mediante el vapor saturado de agua en presión es que todo el material, tanto
sea líquido como sólido, debe ser tratado a la temperatura pedida por el tiempo necesario.
La presión de por si no contribuye enteramente al proceso letal, sirve únicamente a aumentar el calor latente de la
evaporaciün del agua.
Cuando el vapor se lleva a contacto con cualquier material a cuerpo frío cede su cantidad de calor, condensándose
y aumentando la temperatura del objeto.
En la condensación del vapor sobre micro-organismos (a causa de la diferencia de temperatura) este calor viene
cedido integralmente con efectos devastantes sobre la célula micróbica. Esta acción sigue hasta que no se alcanza un
equilibrio térmico, después no hay más cambio de calor y sucesiva condensación. Se puede por lo tanto afirmar que
la esterilización tiene lugar en un flúido acuoso. De esta premisa derivan dos factores muy importantes: primero se debe
evitar el vapor sobrecalentado, segundo se debe excluir todo el aire.
El vapor sobrecalentado, o vapor calentado por encima de la normal temperatura en relación a la propria presión, debe
evitarse en cuanto, si bien la condensación tenga lugar durante las fases iniciales de calentamiento, sucesivamente esa
evapora de nuevo y el proceso de esterilización llega a ser un proceso a calor seco, para el cual las condiciones son del
todo diferentes y la temperatura de esterilización es mucho más alta y los tiempos son mucho más largos.
El aire debe excluirse completamente en cuanto se evita la formación de bolsas o capas de aire que comprometen la eficaz
penetración del vapor y el adecuado cambio térmico. En efecto un contenido del 50% de aire aumenta de 7 veces el tiempo
necesario para eliminar las esporas y con la presencia del 100% de aire este tiempo aumenta de bien 11 veces.
Con el vapor de agua el proceso de calentamiento en cualquier circunstancia no es instantáneo y el tiempo empleado
para alcanzar el equilibrio térmico cambia según las dimensiones de la autoclave, la cantidad y la calidad del material para
esterilizar.
Con líquidos y materiales para medicaciones quirúrgicas y artículos de vidrio, en los cuales la penetración es dificíl o la
capacidad térmica es elevada, el factor tiempo es importante y se debe tener cuenta en el programa de tratamiento.
La Comunidad Científica Europea y Americana, han establecido y definido tres temperaturas, 115°C, 120°C y 134°C
y relativas exposiciones entre las cuales tratar bien los varios materiales según su resistencia a la temperatura. Además
ha sido reconocida la eficacia del tratamiento a 105°C, con una adecuada exposición, de utilizar para la desinfección de
los materiales termolábiles que obviamente no tengan un contacto directo con los pacientes.
El programa a 125°C por 15 minutos de esterilización es un programa medio para la esterilización de manípulos e
instrumentos en general
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