•
Ajuste las tiras a una longitud adecuada y
cárguese el depósito a la espalda.
•
Dirija la lanceta hacia el área a rociar y
pulse el botón de palanca de control para
empezar a rociar.
•
Antes de usar el aspersor de mochila con
spray, pruébelo con agua limpia para
asegurarse de que no hay fugas y de que
el atomizador de la boquilla funciona
correctamente.
•
Colóquese siempre con el viento a la
espalda al usar al aspersor para evitar
rociarse.
•
Apague la bomba después de utilizarla.
•
Hay que recargar el aspersor de mochila
si las boquillas no atomizan el spray
correctamente, si suena una alarma, o si
la bomba hace ruido de golpes.
Limpieza y almacenamiento
•
Vacíe el bidón después de utilizarlo.
¡Elimine el spray que no haya utilizado
cumpliendo las normas y reglamentos
locales!
•
Limpie bien el depósito y la tapa por
dentro y por fuera después de utilizarlos.
Lea las instrucciones del espray para
obtener información sobre el tipo de
limpieza que requiere. No use cepillos de
acero, estropajos ni detergentes potentes
o corrosivos.
•
Asegúrese siempre de que el bidón está
completamente seco antes de usarlo.
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•
El interior de la unidad de bombeo, el
tubo, la lanceta y la boquilla se pueden
limpiar vertiendo un poco de agua limpia
o detergente en el depósito y rociando
con esa agua tal y como se describe en
«Uso».
•
Si ha utilizado el aspersor para algún
espray particularmente peligroso o
para agentes que puedan provocar una
reacción química con otros esprays,
desmóntelo y limpie debidamente todas
las secciones.
•
Lubrique la boquilla con aceite de vez en
cuando.
•
Cambie las juntas si presentan fugas,
desgaste o roturas, o si la e� ciencia de
bombeo se reduce.
•
No lo exponga a altas temperaturas ni a
la luz directa del sol.
•
No se encarame al aspersor de mochila
cabeza abajo para prevenir daños a la
batería.
•
Asegúrese de que la bomba esté
apagada antes de guardarla por un
periodo prolongado de tiempo.
•
Cargue la batería al menos cada dos
meses.
•
Después de haberla usado durante seis
meses, retire la base y compruebe si los
tornillos se han soltado. Si están sueltos,
apriételos.