1 Objetivos de la protección diferencial
1.2 Los riesgos
de la corriente eléctrica
La utilización de la corriente eléctrica
supone siempre unos riesgos para las
personas, las instalaciones eléctricas y los
propios receptores eléctricos. Los
dispositivos diferenciales residuales o
diferenciales se encargan de proteger
contra estos riesgos.
c Riesgo de incendio
El 30% de los incendios que se producen
en los edificios domésticos e industriales
son debidos a un defecto eléctrico. El
defecto eléctrico más habitual es el que
está causado por el deterioro de los
aislantes de los cables de la instalación
debido, entre otras, a estas causas:
v Rotura brusca accidental del aislante del
conductor.
v Envejecimiento y rotura final del aislante
de un conductor.
v Cables mal dimensionados, sometidos
periódicamente a sobrecargas de corriente
que recalientan excesivamente los cables
en los que se acelera su proceso de
envejecimiento.
Una corriente de fuga a tierra superior tan
sólo a 300 mA, superpuesta a la corriente
de carga normal del cable, puede
efectivamente generar una sobreintensidad
suficiente para que el aislante, justo en el
punto donde se produce la fuga, se
caliente, se vaya fundiendo dejando poco a
poco el conductor desnudo hasta provocar
un accidente. La corriente de fuga que
atraviesa el aislante deteriorado crea un
arco eléctrico cuyo calor intenso inflama el
aislante, y cualquier material inflamable en
contacto con el mismo, provocando así un
incendio.
c Destrucción de receptores
El aislamiento de algunos receptores se
deteriora a lo largo del tiempo debido a las
siguientes causas posibles:
v Calor generado por el propio
funcionamiento del aparato.
v Sobrecargas periódicas u ocasionales a
las que puede estar sometido.
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v Agresiones del entorno donde está
funcionando el aparato.
v Desgaste del material y pérdidas de
estanqueidad en los receptores.
Aparte de la destrucción del propio receptor
existe el riesgo de electrocución para las
personas e incendio de las instalaciones.
c Los efectos de la corriente eléctrica
en las personas
Los efectos fisiopatológicos de la corriente
eléctrica en las personas (tetanización,
quemaduras externas, internas, fibrilación
ventricular y paro cardíaco) dependen de
diferentes factores: las particularidades
fisiológicas del ser humano afectado, el
entorno (húmedo o seco, por ejemplo) y
también las características de la corriente
que atraviesa el cuerpo.
La función principal de los diferenciales es
la protección de las personas y, por tanto,
es evidente que para una perfecta puesta
en servicio de estos aparatos es necesario
conocer los umbrales de sensibilidad de los
seres humanos y los riesgos a los que
están expuestos.
El Comité Electrotécnico Internacional (CEI)
ha estudiado el problema con el objetivo de
unificar, a nivel mundial, las opiniones o
puntos de vista. Muchos investigadores han
aportado su colaboración en este campo y
han contribuido a clarificar conceptos
(Dalziell, Kisslev, Osypka, Bielgelmeier, Lee,
Koeppen, Tolazzi, etc.).
c La impedancia del cuerpo humano
En la norma UNE 20572 partes 1 y 2,
basada en la norma internacional CEI 479
partes 1 y 2, se tratan en detalle los efectos
de la corriente que atraviesa el cuerpo
humano.
Los daños sufridos por las personas que
son atravesadas por una corriente eléctrica
dependen esencialmente de su intensidad y
del tiempo de paso. Esta corriente depende
de la tensión de contacto que se aplica
sobre la persona, así como de la
impedancia que encuentra durante su
recorrido a través del cuerpo humano. Esta
relación no es lineal, pues esta impedancia
depende del trayecto a través del cuerpo,
de la frecuencia de la corriente y de la
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