Irrigación
1.
Las primeras veces que utilice este sistema, puede cubrir al paciente
con un paño de tela para protegerle la ropa contra las salpicaduras.
Una vez que domine la técnica de sellar el conducto auditivo, este
paso no será necesario.
2. Haga circular el agua por la unidad abriendo por completo la llave del
agua fría y luego abra gradualmente la del agua caliente hasta que el
chorro que sale del fondo de la cámara tenga una temperatura similar
a la corporal.
3. Compruebe la temperatura del agua de irrigación fijándose en el
sensor térmico mientras presiona el disparador del chorro de agua. Si
el sensor térmico está azul, significa que el agua de irrigación se
encuentra por debajo de la temperatura necesaria. Si el sensor está
blanco, es porque el agua está a 32 ºC (90 ºF) o más y el
procedimiento puede comenzar. Para que el sensor de temperatura
funcione correctamente, es preciso mantener presionado el
disparador en el mango.
Si el agua está demasiado fría, el paciente podría sufrir
mareos o vértigo. Antes de proceder con la irrigación,
verifique que el indicador térmico esté blanco.
4. Para irrigar el oído del paciente: agárrele el pabellón de la oreja. Si se
trata de un niño, estírele el pabellón suavemente hacia atrás para
enderezar el canal auditivo; si el paciente es un adulto, estire el
pabellón hacia arriba y hacia atrás. Mientras mantiene tenso el
pabellón de la oreja, inserte la punta del mango en el oído a fin de
crear un sello. Apriete el disparador en el mango. Podrá controlar un
poco el flujo de agua variando la fuerza con que aprieta el disparador.
5. Gire el mango durante la irrigación para dirigir el chorro de agua hacia
las paredes del conducto auditivo. Inunde el oído de agua. El sistema
de aspiración de retorno dirigirá la descarga fuera del oído (en la guía
de consulta rápida encontrará un diagrama de la dirección correcta
del flujo de agua).
6. Durante la irrigación, pregúntele al paciente cómo se siente para
impartirle confianza.
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