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En cada caso, es importante analizar lo que implica cada una de las operaciones indicadas por lo
que se aportan comentarios aclaratorios a las modificaciones introducidas en relación con listados
similares anteriores:
El mantenedor debe incorporar en las actividades de mantenimiento de captadores aquellas
operaciones que incluya el fabricante en el manual de instrucciones correspondiente de
manera que no tiene sentido detallar a priori, y con carácter general, actividades que no se
sabe si se tiene que llevar a cabo. Como el mantenedor no es un normalmente un
especialista en componentes internos del captador (cristales, juntas, absorbedor y carcasa)
los eventuales deterioros deberían ser contrastados con el fabricante antes de definir el tipo
de intervención posterior.
La aparición de fugas en las conexiones de circuitos cerrados no se puede controlar en
operaciones preventivas que se realicen una vez al año, cualquier fuga tiene que surgir de
una operación de vigilancia de las presiones de trabajo o de una prueba específica de
estanqueidad. En los circuitos cerrados pueden existir rastros de suciedad interior al circuito y
en los de agua potable puede haber rastros de depósitos de cal.
Evitar la complejidad de incluir un análisis exhaustivo de la estructura que requeriría mucho
tiempo, pero, si fuera necesario, habría que definir un procedimiento de inspección aleatoria
sobre una parte de las estructuras instaladas.
La presencia de lodos, los depósitos de cal, el agarrotamiento de válvulas, etc. son
operaciones muy ligadas a las características del agua y convendría que la frecuencia y
actuación de estas operaciones estuviera ligada a las características de las localizaciones. Para
eso sería necesario compartir mayor información a nivel local y no se puede generalizar a
todas las instalaciones; la práctica actual es que hay instalaciones que requieren limpieza
(lodos, depósitos calcáreos, etc.) en menos de un año y otras que en más de 20 ó 30 años no
se ha realizado ninguna operación de ese tipo.
La calidad de los materiales y componentes expuesto a condiciones exteriores, y
principalmente las protecciones del aislamiento de acumulador y de las tuberías son aspectos
no del todo resueltos a costos aceptables. Desde el punto de vista del mantenimiento se
debería incluir la inspección de la degradación de materiales, presencia de humedad e
indicios de corrosión.
El vaso de expansión es un elemento que debe aportar completa fiabilidad a la instalación por
lo que, además de su correcto cálculo, diseño y montaje, su posterior mantenimiento son
elementos imprescindibles para conseguir la máxima fiabilidad de la instalación.
El mantenimiento correctivo incluye las operaciones necesarias para resolver los problemas y
averías que surgen e impiden el correcto funcionamiento de la instalación, generalmente son
detectados durante el plan de vigilancia o el mantenimiento preventivo. Normalmente son
operaciones relacionadas con la reparación o sustitución de componentes.
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9. OPERACIÓN, USO Y MANTENIMIENTO