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La selección final debe incluir el análisis de los costes de inversión y de explotación de los
sistemas completos ya que cada configuración puede requerir la necesidad de determinado
tipo de componentes como sistemas de intercambio de descarga, bombas, etc.
La configuración más completa que incluye la utilización simultánea de acumulación de inercia y
de consumo puede estar justificada, en el caso de grandes instalaciones, para:
Reducir los costes de la acumulación de consumo
Ajustar el dimensionado del intercambiador de consumo ya que al pasar a ser intercambiador
de descarga las condiciones de diseño son menos exigentes como se verá en el capítulo 6.
Evitar pérdidas de carga en el circuito de consumo dado que, si los tamaños de conexiones
son adecuados, las que introducen los acumuladores de consumo son mínimas.
Como criterios específicos para seleccionar las configuraciones en función del tipo de
intercambiador, interno o externo, cabe señalar los siguientes:
Estratificación
Desde el punto de vista de funcionamiento, el intercambiador interno facilita la estratificación
en mayor medida que el externo porque evita el movimiento de fluido en el interior del
acumulador que provocan las bombas de circulación. La instalación con intercambiador
externo exige un estudio detallado de las condiciones de circulación del agua producida por el
circuito de carga y el secundario en el interior del acumulador.
Simplicidad
Una instalación con intercambiador interno dispone de un único circuito de calentamiento y
es más sencilla que una con intercambiador externo que, además de necesitar dos circuitos
forzados para su funcionamiento, puede requerir componentes adicionales para mejorar la
estratificación.
Costes de inversión
El coste de los acumuladores que utilizan intercambiadores internos (interacumuladores)
aumenta significativamente en los volúmenes mayores de manera que a medida que
aumenta el tamaño de la instalación es más económico sustituir el intercambiador interno por
uno externo, aunque la necesidad de disponer de dos circuitos suponga un mayor coste.
Además, cabe considerar las siguientes recomendaciones en función del tamaño de las
instalaciones:
Intercambiadores internos cuando el tamaño de la instalación sea inferior a 7 kW (10 m
Intercambiadores externos cuando el tamaño de la instalación sea superior a 70 kW (100 m
En instalaciones entre 10 y 100 m
caso pero, por razones económicas, normalmente es recomendable utilizar intercambiadores
externos cuando el sistema de acumulación sea superior a 3.000 litros (a partir de esos
volúmenes el coste de los interacumuladores empieza a crecer significativamente y puede
dejar de compensar el coste de disponer de dos circuitos, intercambiador externo, etc.), o,
cuando éste esté constituido por más de un depósito.
Por ser las configuraciones más probadas, para medianas y grandes instalaciones se recomienda
utilizar algunas de las siguientes:
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, la decisión no es inmediata, es necesario estudiar cada
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).
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).
2. CONFIGURACIONES