6.1.1. Presión de alimentación:
(Altura del líquido respecto al cabezal). Nunca
deberá ser superior a la de descarga final, ya que
(por efecto sifón) podrá originarse: sobredosificación,
dosificación errática, e incluso descarga de aditivo
aún con la bomba detenida. Por otro lado,
conviene que el tanque esté por encima de la
bomba ya que en caso de haber fugas, éstas se
evidencian por goteos del producto. Si en cambio
la succión es en depresión (tanque por debajo),
se originará succión de aire y los problemas
consecuentes. De ser necesario, requerir nuestra
válvula de contrapresión.
Otra ventaja que nos da la presión positiva es que
permite la instalación de una probeta o tubo de
calibración con la que podemos verificar el caudal
real succionado por la bomba, o sea, el que está
siendo inyectado. Consultar por nuestro
caudalímetro volumétrico en caso de necesitar
automatizar esta operación de medición.
En caso de viscosidad elevada, la condición de
presión positiva de succión es muy importante
para asegurar una alimentación adecuada y, por
lo tanto, una dosificación eficiente. En estos casos
es muy conveniente que las líneas sean cortas, y
puede que, además, sea necesario el calefaccionado
de las mismas, del tanque y del cabezal.
Cuando no pueda evitarse succionar el producto
desde un nivel inferior al cabezal, éste no debe
estar a más de 1.5 m por debajo de la bomba.
En los casos en que no pueda lograrse presión
positiva, ésta nunca debe ser inferior a -1.5 mca y
siempre superior en un 30% a la presión de vapor
del aditivo en condiciones de trabajo.
En todos los casos debe asegurarse que la
presión en el conector de succión nunca sea
inferior a la de vapor del líquido a la temperatura
máxima de operación. De no cumplirse esta
condición, podrá ocacionarse la formación de
burbujas de vapor del mismo líquido, originando
errores o interrupción del bombeo.
6.1.2. Accesorios recomendados para esta línea:
Filtro: Es imprescindible para retener las partículas
u otros contaminantes sólidos que acompañen al
líquido o que se agreguen al mismo durante la carga
o almacenamiento en el depósito correspondiente.
La malla filtrante deberá ser de aproximadamente
100 a 150 µm y tener una superficie amplia para
evitar pérdidas de carga importantes que
comprometan la buena alimentación, sobre todo
en el caso de líquidos de alta viscosidad. Filtros
del tipo "Y" NO suelen ser adecuados.
Válvula de bloqueo de tanque: Al cerrarla evita
el derrame del producto durante un eventual
desarme de la línea o del cabezal para limpieza o
ajuste.
Pulmón: Puede eventualmente requerirse sólo en
los casos en que no puedan evitarse longitudes
importantes entre el tanque y la bomba. La
función en este caso es reducir los elevados picos
de presión (positiva o negativa), asegurando una
alimentación más efectiva y reduciendo la
posibilidad de llegar a la cavitación.
6.2. Línea de inyección:
Es la que va desde la conexión de inyección del
cabezal hasta el punto de descarga final del aditivo
(punto de inyección). Deberá ser de material
químicamente compatible con el líquido a conducir
y apta para soportar la presión máxima de inyección,
incluyendo los pico inerciales.
Cuide que por lo menos el primer tramo esté libre
de partículas que puedan retornar hacia el cabezal.
Trate de reducir al mínimo la longitud de esta línea;
no obstante cuando sea superior a 10 m, puede
requerirse pulmón amortiguador de pulsaciones.
6.2.1. Accesorios recomendados para esta línea:
Válvula de alivio: Válvula en derivación para
proteger la unidad ante eventuales obturaciones ó
válvulas cerradas. Debe calibrarse a valores no
superiores al 10% de la presión máxima de
trabajo.
Válvula de retención para el punto final de
inyección: Facilita las tareas de desarme de
cualquier tramo de la línea al evitar derrames de
líquido por retorno. Nunca coloque una válvula de
este tipo entre la bomba y la válvula de alivio.
Válvula de contrapresión o de inyección en
vacío: Es una válvula similar a la de retención
pero cargada con un resorte para crear una
contrapresión mínima de 1 kg/cm
Se elige en lugar de la de retención para los casos en
que la presión en el punto de inyección sea inferior a
la hidrostática del tanque de aditivo. Son ejemplos
típicos los casos en los que se inyecta contra vacío o
cuando se descarga a un nivel inferior al del producto
en el tanque. Sin este adicional, en estos casos,
se originaría (por efecto sifón) sobredosificación,
además de descarga del aditivo aún con la
bomba detenida y errores de dosaje en general.
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