Lugar de almacenamiento
Los lugares frescos, secos y oscuros son la clave para garantizar una buena conservación de los ali-
mentos desecados. Las estanterías cercanas a la ventana deben cubrirse para proteger los alimentos
de la luz del sol. Los tarros para conservas o los envases de plástico pueden envolverse en papel o
guardarse en armarios cerrados. Las paredes o suelos de cemento suelen ser fríos y húmedos. Por
ello, no coloque los envases con los alimentos directamente en el suelo y evite que toquen la pared
de su sótano, ya que esto podría condensar la humedad dentro del recipiente. No guarde los envases
cerca de objetos especialmente olorosos ( p.ej. barnices, disolventes o queroseno).
Tiempo de almacenamiento
La fruta y la verdura no pueden almacenarse durante más de 1 año. Organice la desecación de tal
manera que consuma los alimentos dentro de un plazo de 1 o 2 meses. Puede etiquetar los envases
y seguir la norma de consumir primero aquellos alimentos que han sido etiquetados antes. Compru-
ebe el estado de los alimentos con regularidad. En caso de que el alimento tenga más humedad que
cuando fue desecado, esto significa que la humedad penetró después de la desecación. En este caso,
extienda el alimento sobre las bandejas de la máquina e inicie de nuevo el proceso de desecación.
Introdúzcalo después en un recipiente hermético. Si el alimento tiene moho, significa que el alimento
no fue desecado correctamente antes de ser almacenado. Deshágase de los alimentos con moho.
Indicaciones para la reehidratación
La deshidratación es un proceso que consiste en extraer el agua de los alimentos. Volver a procesar
los alimentos significa básicamente devolverles el agua que les fue extraida para que el alimento
recupere su estado anterior al proceso de desecado. Aunque algunos alimentos desecados como la
fruta cuando están deshidratados tienen un sabor excelente, en el caso de que desee devolver los
alimentos a su estado originario puede seguir los siguientes consejos:
Adición de agua
• Para la verdura picada o desmenuzada o para la fruta en galletas, no suele ser necesario devolver
los alimentos a su estado original. Si los alimentos están secos y crujientes, pruebe a añadir una
cucharada pequeña de agua a una cantidad de alimentos equivalente a una taza.
• Para frutas y verduras en soufflé, pasteles, pan de frutas y masas, agregue 2 partes de agua por
cada 3 partes de fruta o de verdura fresca (según el volumen).
• Para frutas y verduras cocinadas como guarnición o para elaborar mermeladas y compotas, la pro-
porción más conveniente es 2 partes de agua por 1 parte de alimentos. Si desea que quedén bien
cocidas, puede que se necesite más agua.
Otras formas de rehidratar los alimentos
• Si exprime los alimentos rehidratados, guarde el líquido sobrante ya que contiene un alto valor
nutritivo. Puede conservar el líquido en el frigorífico y añadirlo después a las sopas, al cuero de
fruta, a los pasteles o las mermeladas.
• No es necesario que trate previamente los alimentos si va a utilizarlos para la sopa. Puede añadir
la verdura directamente a la sopa una hora antes de servirla. No agregue especias, sal, caldo con-
centrado o derivados del tomate hasta que la verdura esté lista y cocida. Estos alimentos impiden
significativamente la absorción de agua.
• Algunos alimentos necesitan más tiempo que otros para rehidratarse. Las zanahorias y las judías,
por ejemplo, necesitan más tiempo que los guisantes o las patatas. La regla de oro dice que a ma-
yor tiempo de deshidratación, mayor duración del proceso de recuperación.
• No aplique más agua en la rehidratación que la necesaria. Los nutrientes de los alimentos se disu-
elven rápido en el agua sobrante. Coloque los alimentos en un recipiente y añada agua suficiente
para cubrir el alimento del todo. Añada más agua después para sustituir la que ha sido absorbida.
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