ENCENDIDO Y REGULACIÓN A GASÓLEO
1)
Asegurarse de que los motores (ventilador y bomba) giren en el sentido correcto.
2)
Asegurarse de que la evacuación de los productos de la combustión tenga lugar sin impedimentos (registro de
la chimenea abierto) y de que haya agua en la caldera.
3)
Abrir el regulador del aire de combustión la cantidad que se considere necesaria (ver BT 8653/1) y abrir
aproximadamente un tercio el paso del aire entre el cabezal y el disco. Desconectar el termostato de la segunda
llama y encender el quemador (posición gasóleo). El quemador una vez encendido efectúa la fase de preventilación.
Si el presóstato de control de la presión del aire detecta una presión superior al valor al que ha sido regulado, se
conecta el transformador de encendido; a continuación se acciona la válvula de gasóleo de primera llama y se
enciende el quemador.
4)
Con el quemador encendido en la primera llama si es necesario hay que corregir el caudal del aire de
combustión. Una vez efectuada la regulación hay que apagar el quemador y volverlo a encender para asegurarse
de que el arranque sea correcto. Les recordamos que normalmente, para obtener un arranque suave hay que
regular el aire lo mínimo indispensable. Si el arranque tiene lugar suavemente hay que desconectar el quemador
y efectuar una conexión directa (puente) entre los bornes del termostato de la segunda llama.
5)
Regular el aire de combustión en la posición que se considera necesaria para que se accione la 2ª llama
(ver BT 8653/1).
6)
Conectar de nuevo el quemador que se pondrá en funcionamiento con la primera y la segunda llama.
Reajustar el caudal del aire a las condiciones específicas mediante la leva de regulación del aire de la segunda
llama.
7)
El quemador está provisto de un dispositivo que permite optimar la combustión reduciendo o aumentando el
paso del aire entre el disco y el cabezal. Normalmente hay que reducir el paso del aire entre el disco y el cabezal
cuando funciona con un reducido caudal de combustible; dicho paso tiene que estar proporcionalmente más
abierto cuando el quemador trabaja con un caudal de combustible más elevado (véase BT 8608).
Si el cabezal de combustión se empuja hacia adelante (reducción del paso entre el disco y el cabezal) hay que
evitar el cierre completo. Cuando se regula el cabezal de combustión hay que centrar perfectamente el mismo
respecto al disco. Si el cabezal no está bien centrado respecto al disco, puede crearse una mala combustión y
un excesivo calentamiento del cabezal con el consiguiente desgaste rápido. La comprobación se efectúa miran-
do a través de la mirilla colocada en la parte de detrás del quemador y a continuación apretando a fondo los dos
tornillos que bloquean la posición del cabezal de combustión.
8)
La intensidad máxima admitida de humo es el número 2 de la escala Bacharach, con un valor de anhídrido
carbónico (CO
) comprendido entre el 10 y el 13%.
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