CAPÍTULO 3: USO DEL FRIGORÍFICO
1. No envase al vacío los alimentos que contengan líquidos.
2. No use otro tipo de bolsas más que la recomendada.
3. No inserte ningún tipo de herramienta dentro del dispositivo.
4. Si el dispositivo no funciona correctamente, llame al servicio técnico.
5. Asegúrese de que la bolsa y sus manos estén completamente secas.
6. No use el dispositivo para otra cosa que no sea el envasado al vacío.
7. Limpie la pantalla con un paño húmedo. Cuando esté limpiando la superficie, asegúrese de que no entre agua en la
máquina.
8. No intente abrir el dispositivo con ninguna herramienta.
9. No tire de la bolsa antes que el envasado de envasado se complete.
10. No suelte la bolsa durante el proceso de envasado. Sosténgala hasta que el proceso se haya completado.
Pautas para la seguridad de los alimentos.
Debajo encontrará las recomendaciones para la seguridad de los alimentos.
1. Las reacciones químicas en los alimentos expuestos al aire, la temperatura y la humedad, además de las acciones de
enzimas, el crecimiento de microorganismos o la presencia de insectos, provocan su deterioro.
2. Una de las razones de la pérdida de nutrientes y frescura de los alimentos es el contacto con el oxígeno. Si lo alimentos
no están protegidos de la humedad, el aire podría generar el crecimiento de muchos microorganismos. El índice del
crecimiento depende de la humedad interna y externa de los alimentos.
3. Se denomina Clostridium botulinum a una bacteria que crece en ambientes anaeróbicos. Los alimentos con falta de
ácido y los ambientes con poco oxígeno favorecen el crecimiento de la bacteria Cl. botulinum.
4. Los alimentos resistentes al Cl. botulinum son los congelados, los secos y los que tienen alto contenido en ácido, sal y
azúcar. Los alimentos más propensos a contaminarse de Cl. botulinum son los no ácidos, como las carnes, los mariscos,
las olivas curadas en lejía, los pescados, los huevos y los champiñones; los alimentos bajos en ácido, principalmente las
verduras; y los alimentos medianamente ácidos, como las cebollas, las guindillas, los higos y los pepinos.
5. Los alimentos más susceptibles al Cl. botulinum deben conservarse por poco tiempo en el frigorífico y por largo tiempo
en el congelador. Y deben consumirse inmediatamente después de calentarlos.
6. Como los microorganismos crecen en un ambiente con poco oxígeno, los alimentos deben conservarse a bajas
temperaturas para evitar que se deterioren.
7. Se recomienda almacenar los alimentos preparados y frutos secos en un compartimento más frío.
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