Comunique a la FDA la existencia de lesiones, fallos de funcionamiento u otros eventos
adversos.
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Para notificar un problema relacionado con su audífono, debe enviar la información a la FDA lo antes
posible una vez producido el fallo. La FDA los denomina «eventos adversos» y pueden ser: irritación
de la piel del oído, lesiones causadas por el dispositivo (como cortes o arañazos, o quemaduras por el
sobrecalentamiento de la pila), piezas del dispositivo que se atascan en el oído, empeoramiento
repentino de la pérdida de audición por el uso del dispositivo, etc.
Las instrucciones para la presentación de informes están disponibles en
https://www.fda.gov/Safety/MedWatch, o llame al 1-800-FDA-1088. También puede descargar un
formulario y enviarlo por correo a la FDA.
Pérdida de audición en menores de 18
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Los menores de 18 años deben consultar primero a un médico, preferiblemente un
otorrinolaringólogo, porque pueden tener necesidades diferentes a las de los adultos.
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El médico identificará y tratará los problemas médicos de la forma más adecuada.
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El médico puede remitir al paciente a un audiólogo para que le realice otra prueba, una evaluación de
audífonos.
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La evaluación de los audífonos ayudará al audiólogo a seleccionar y adaptar el audífono adecuado.
Los menores de 18 años con pérdida de audición deben someterse a un examen médico, preferiblemente
con un otorrinolaringólogo, antes de comprar un audífono. El objetivo de un examen médico es identificar
y tratar las afecciones médicas que pueden afectar a la audición pero que un audífono no puede
solucionar por sí solo.
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Advertencias y precauciones de la FDA (Solo EE. UU.)