Precauciones
Estos audífonos son resistentes al agua y no
impermeables. Están diseñados para soportar
actividades normales y la exposición ocasional
accidental a condiciones extremas. No sumerja
los audífonos en agua. Estos audífonos no
están específicamente diseñados para periodos
prolongados de inmersión en agua de forma
continua, como en actividades como la natación
o el baño. Quítese siempre los audífonos antes
de realizar actividades de este tipo, ya que
contienen piezas electrónicas sensibles.
Proteja los audífonos del calor (no los deje
nunca cerca de una ventana ni en el interior
de un coche). No use nunca un microondas ni
otros dispositivos de calentamiento para secar
los audífonos (debido al riesgo de incendio o
explosión). Pregunte a su profesional de la salud
auditiva acerca de métodos de secado aptos.
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La cápsula se debe cambiar cada tres meses
o cuando se vuelve rígida o se quiebra. De
esta forma, se evita que la cápsula se separe
del tubo al insertar el audífono en la oreja o al
extraerlo.
Procure que no se caigan los audífonos.
Es posible que se dañen si caen sobre
una superficie dura.
Guarde los audífonos en el cargador si no
los usa durante un largo periodo.
Los audífonos deben estar secos antes de
ponerlos a cargar. De lo contrario, no es posible
garantizar la fiabilidad de la carga.
El uso de los audífonos es solo una parte de la
rehabilitación auditiva. Es posible que también
haga falta realizar entrenamiento auditivo y
capacitación en lectura de labios.
En la mayoría de los casos, el uso poco
frecuente de los audífonos no proporciona
todos los beneficios posibles. Cuando se haya
acostumbrado a los audífonos, llévelos puestos
todo el día y a todas horas.
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