8.4 Peligro de sobrecalentamiento
La estufa no se debe utilizar nunca de manera
que se produzca un sobrecalentamiento
El sobrecalentamiento sucede cuando hay demasiado combustible
y/o aire, de forma que se desarrolla mucho calor. Si las piezas de
la estufa se ponen incandescentes, se trata de un signo definitivo
de sobrecalentamiento. En este caso, debe reducir de forma
inmediata la apertura del respiradero de ventilación.
Si sospecha que el tiro de la chimenea es excesivo o escaso, solicite
ayuda profesional. (Consulte también la información de la sección
«3.0 Instalación» (Chimenea y tubo de humos) del manual de
instalación.)
Si se produce un incendio en la chimenea
•
Cierre todas las trampillas y los respiraderos.
•
Cierre la puerta de la estufa.
•
Compruebe si hay humo en el sótano y en la buhardilla.
•
Llame a los bomberos.
•
Después de producirse un incendio, un experto deberá compro-
bar la estufa y la chimenea antes de utilizarse para asegurar
que funciona correctamente.
8.5 De invierno a primavera
Durante los periodos de transición con fluctuaciones repentinas
de la temperatura en condiciones de viento desfavorables, es
posible que se produzcan alteraciones del tiro de la chimenea
que dificulten la expulsión de los gases.
En estas condiciones, deben usarse troncos más pequeños y abrir
más los respiraderos para que la leña arda más rápido. Así, se
obtendrá una temperatura del gas de combustión superior y se
mantendrá la admisión de la chimenea.
Para evitar la excesiva acumulación de ceniza, elimínela con
mayor frecuencia de la habitual. Consulte la sección «9.2 Retirada
de la ceniza».
9.0 Mantenimiento
9.1 Limpieza del cristal
El producto está equipado con un sistema de inyección de aire
para el cristal. El aire se introduce a través del respiradero de la
parte superior del producto y se desplaza hacia abajo a lo largo
de la cara interior del cristal.
Aunque siempre se adhiere algo de hollín al cristal, la cantidad
dependerá de las condiciones de tiro locales y del ajuste del
respiradero de ventilación. La mayor parte de la capa de hollín se
suele quemar cuando se abre completamente el respiradero de
ventilación y arde un fuego vivo en la estufa.
Un buen consejo! Para la limpieza normal humedezca una toalla
de papel en agua caliente y añádale cenizas de la cámara de
combustión. Frote el cristal con la toalla de papel y, a continuación,
enjuáguelo con agua limpia. Séquelo bien. Si es necesario limpiar el
cristal más a fondo, recomendamos el empleo de un limpiacristales
(siga las instrucciones de uso del envase).
9.2 Retirada de la ceniza
Si la estufa dispone de bandeja de recogida de ceniza
•
Sacuda o retire la ceniza de forma que caiga en la bandeja.
•
Retire cuidadosamente la bandeja y vacíela en un contenedor
no inflamable.
•
Compruebe que el compartimento de cenizas se encuentra to-
talmente vacío antes de volver a colocar la bandeja de recogida.
Si la estufa no dispone de bandeja de recogida
•
Utilice un recogedor de metal o similar para sacar las cenizas
por la puerta.
•
Deje siempre un poco de ceniza a modo de capa protectora en
la base de la chimenea.
¡Importante! Saque las cenizas sólo con la estufa fría.
9.3 Limpieza y eliminación del hollín
Pueden acumularse depósitos de hollín sobre las superficies
internas de la estufa durante su uso. El hollín es un buen aislante
y, por lo tanto, reduce la producción de calor de la estufa. Si dichos
depósitos de hollín se acumulan durante el uso del producto,
pueden eliminarse fácilmente con el limpiador de hollín.
Para evitar que en la estufa se forme una capa de agua y de
alquitrán, es necesario dejar regularmente que el fuego arda
con fuerza. Para obtener la máxima producción calorífica del
producto, es necesario limpiar el interior del producto una vez al
año. Es una buena idea hacerlo cuando desholline la chimenea y
los tubos de humos.
9.4 Deshollinar los tubos de humos a
la chimenea
En determinadas estufas autoestables, la placa superior puede
retirarse, deshollinando el tubo por la parte superior.
En caso contrario, se deben deshollinar los tubos de humos a
través de una trampilla de deshollinamiento del tubo de humos o
a través de la puerta del producto. Normalmente, deberá retirarse
la placa deflectora. (Consulte la sección «4.0 Conservación» del
manual de instalación del producto.)
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