1.5.2.
Protección de la instalación frente a las incrustaciones
23.05.2016
grasas, metal oxidado o incluso los microdepósitos de cobre.
En cuanto a las instalaciones que se reforman, el objetivo de la limpieza es
eliminar los lodos y los productos de corrosión formados durante el período
de funcionamiento anterior a la instalación de la nueva caldera.
Existen dos tipos de limpieza de la instalación primaria para la eliminación
del lodo: el tipo «rápido» realizado en unas horas y el tipo progresivo que
puede durar varias semanas. En el primer caso, es imprescindible efectuar
esta limpieza antes de la conexión de la nueva caldera; en el segundo caso,
la colocación de un fi ltro en el retorno de la caldera permitirá captar los
depósitos desprendidos.
La limpieza previa a la puesta en marcha de la instalación contribuye a
mejorar el rendimiento de la misma, a reducir el consumo energético y a
combatir los fenómenos de incrustación y corrosión. Esta operación requiere
la intervención de una especialista (tratamiento de agua).
El agua contiene iones de calcio y carbonatos disueltos que provocan la
formación de incrustaciones (carbonato de calcio). Por lo tanto, para evitar
todo depósito excesivo deben tomarse precauciones respecto al agua de
llenado: TH < 10 °f.
A lo largo de la vida útil de la caldera es posible que sean necesaria nuevas
aportaciones de agua. Las nuevas aportaciones de agua pueden provocar
incrustaciones en el intercambiador de la caldera. La suma del agua de
llenado y la de aporte durante la vida útil de la instalación no debe superar el
triple de la capacidad de agua del circuito primario de calefacción. Además,
es necesario controlar la dureza del agua nueva de aporte. Agua nueva de
aporte: TH < 5 °f.
Un aporte de agua no tratada implica sistemáticamente incrustaciones en
el intercambiador de la caldera. Para controlar este parámetro y detectar
cualquier anomalía, es obligatorio instalar un contador de agua de
alimentación en el llenado del circuito primario.
En caso de incumplimiento de estas consignas (suma del agua de llenado
y de aporte durante la vida útil superior al triple de la capacidad de agua
del circuito primario de calefacción), es necesaria una limpieza completa
(eliminación de lodo y desincrustación del circuito primario).
Es necesario tomar precauciones adicionales en los siquientes casos:
- Cuando la instalación cuenta con un descalcifi cador, se requiere un
control contínuo del equipo para verifi car que no se introduce exceso
cloruros en el circuito primario de calefacción: la concentración de
cloruros siempre debe mantenerse por debajo de 50 mg/litro.
- Para evitar concentración de los depósitos calcáreos (especialmente
sobre las superfi cies de intercambio), la puesta en marcha de la
instalación debe ser progresiva, comenzando por un funcionamiento a
la potencia mínima y asegurando un caudal de agua primaria elevado.
- Cuando el agua de llenado no presenta la calidad necesaria (ej.: dureza
elevada), se requiere un tratamiento de la misma. Este tratamiento
debe realizarse en el agua del primer llenado, así como en las nuevas
aportaciones durante la vida útil de la instalación.
- Las instalaciones compuestas por varias calderas requieren una puesta
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