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6.9.1 Reglas para la dosificación del ultrasonido
Comience con una intensidad media de 1 Vatio/cm
3 o 4 minutos. Para determinar la dosificación correcta en cada caso concreto, guíese por
los tres criterios siguientes:
T i p o d e d o l e n ci a :
Por lo general los procesos crónicos e indoloros toleran y requieren una acción más
intensiva que los agudos, es decir, más intensidad y duración (tiempo de
tratamiento) iniciales.
P r o f u n d i d a d d e l a d o l e n c i a :
Debido a la adsorción, la intensidad ultrasónica se reduce con la
profundidad. Tras penetrar una capa de tejido de 3,5 cm de grosor, la intensidad
puede haberse reducido a la mitad de su valor inicial (dependiendo del tipo de
tejido). A una profundidad de 7 cm, la intensidad se habrá reducido a un cuarto de
su valor inicial. Por tanto, una lesión profunda en un paciente obeso se tratará con
una intensidad inicial mayor.
Á r e a a t r a t a r :
Cuanto mayor sea la superficie tratada, más larga ha de ser la exposición. De esta
forma nos aseguraremos de que todas las áreas de tratamiento reciban energía
suficiente.
Con cada nuevo agente terapéutico, el asunto de la dosificación acapara la atención de
los profesionales que lo han investigado y experimentado. En el tratamiento ultrasónico
se han establecido los siguientes principios generales:
El dolor es indicativo de un exceso de dosificación.
El tratamiento ultrasónico es un procedimiento seguro siempre que la dosificación no
alcance el umbral del dolor.
Por lo general suelen bastar cinco minutos de tratamiento en un área determinada.
Las intensidades de 0,5 a 3,0 Vatios/cm
más bajas, para las dolencias agudas y las más altas, para las crónicas.
Si el ultrasonido se aplica en una raíz nerviosa además de en la zona afectada, la
intensidad sobre la raíz no debe superar los 0,5 Vatios/cm
movimientos circulares o con pasadas.
6.9.2
Dosificación del ultrasonido por impulsos
Si utiliza ultrasonido por impulsos, la energía total del ultrasonido será una fracción de la
utilizada en el ultrasonido continuo, ya que tendrá la misma amplitud pero menor ciclo de
carga. Si no se compensa la pérdida de energía (debida a los intervalos largos entre los
impulsos), el calor del tejido será mucho menor. El tratamiento por impulsos está indicado
siempre que se necesite un efecto de micromasaje con el mínimo calor.
La corta duración de cada impulso basta para suscitar una acción biológica y el tiempo
entre impulsos, inferior a 1/100 de segundo (10 milisegundos), es suficiente como para
que la respuesta biológica no decaiga hasta cero. Antes de que la reacción biológica se
haya reducido lo suficiente, se habrá enviado el siguiente impulso ultrasónico y se habrá
vuelto a estimular la zona a tratar.
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y un tiempo de tratamiento medio de
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han ofrecido excelentes resultados: las
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y se aplicará con
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