Cuando no utilice su audífono, deje abierta la tapa del
portapilas para que la humedad se pueda evaporar.
Asegúrese siempre de secar completamente el audífono
tras su utilización. Guárdelo en un lugar seguro, limpio y
seco.
El audífono es resistente al agua, al sudor y a la suciedad
en las siguientes condiciones:
• La tapa del portapilas está completamente cerrada.
Asegúrese que no haya objetos extraños, como cabellos,
atrapados en la tapa del portapilas una vez cerrada.
• Tras su exposición al agua, al sudor o a la suciedad, se
debe limpiar y secar el audífono.
• El uso y el mantenimiento del audífono se efectúan de
acuerdo con estas instrucciones de uso.
El uso del audífono cerca del agua puede restringir el flujo
de aire a la pila, lo que puede impedir su funcionamiento.
En el caso de que su audífono deje de funcionar tras
entrar en contacto con el agua, consulte los pasos para
la solución de problemas en el capítulo 23.
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Diariamente
Compruebe el adaptador protésico y el tubo en busca de
cerumen y depósitos de humedad. Limpie las superficies
con un paño sin pelusas. No utilice nunca productos de
limpieza de uso doméstico como detergente, jabón, etc.
para limpiar el audífono. No se recomienda aclarar estas
piezas con agua, ya que la humedad se puede quedar
atrapada en el tubo. Si necesita realizar una limpieza
intensa del audífono, pida consejo a su audioprotesista.
Semanalmente
Limpie el adaptador protésico con un paño suave y húmedo
o con un paño de limpieza especial para audífonos. Si desea
obtener instrucciones de mantenimiento más exhaustivas
o para algo más que una limpieza básica, consulte a su
audioprotesista.
Mensualmente
Compruebe el tubo auditivo en busca de cambios de color,
durezas o grietas. En caso de que haya cambios de ese
tipo, es necesario cambiar el tubo auditivo. Consulte a su
audioprotesista.
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