Tras una tensión mecánica o un golpe en
el audífono, compruebe que la carcasa del
audífono esté intacta antes de colocarlo
en la oreja.
El uso de este equipo no deberá utilizarse
situado junto a otro equipo o apilado
sobre este, ya que puede provocar un
funcionamiento incorrecto. Si dicho uso
es necesario, se debe verificar que tanto
este equipo como el otro funcionen con
normalidad.
La mayoría de los usuarios de audífonos
tienen una pérdida auditiva por la cual no se
espera un deterioro de la audición con el uso
regular de un audífono en situaciones cotidia-
nas. Solo un pequeño grupo de usuarios de
audífonos con pérdida auditiva puede tener
riesgo de deterioro de la audición después
de un período prolongado de uso.
Los audífonos no deben adaptarse con
cápsulas/sistemas de protección de cerumen
cuando los utilicen pacientes con tímpanos
perforados, conductos auditivos inflama-
dos o cavidades del oído medio expuestas.
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En estos casos, recomendamos el uso de mol-
des clásicos. En el improbable caso de que
alguna pieza de este dispositivo se quede
dentro del canal auditivo, se recomienda
encarecidamente acudir a un médico especia-
lista para que la saque de forma segura.
En casos muy poco frecuentes, si no está
bien fijado, puede quedar la funda de
espuma o parte de esta en el canal auditivo
al retirar el audífono del oído. En el caso
poco probable de que esa parte se atasque
en el canal auditivo, se recomienda
encarecidamente que acuda al médico para
que se la extraiga de forma segura.
El cerumen se acumula de forma natural
en el oído. El cerumen puede reducir la
percepción del sonido o que el audífono
deje de funcionar. En este caso, quítese el
audífono (véase el capítulo 6) y consulte a su
audioprotesista.
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