El cuidado básico de todo el equipo de protección contra caídas prolongará la vida útil de la unidad/sistema y contribuirá
al desempeño de su función vital de seguridad.
Limpieza y desinfección:
a. El equipo debe lavarse con detergente neutro (como detergente para ropa) a una temperatura del agua de entre 30°C-
60°C con un paño de algodón o un cepillo suave, en lugar de un disolvente ácido o alcalino.
b. Enjuague con agua limpia y deje en remojo durante 30 minutos, luego retire y seque con un paño de algodón.
c. Después de secarlo, sumérjalo en un desinfectante neutro durante 30 minutos, retírelo y cuélguelo en un lugar fresco
para que se sequen de forma natural. Tenga cuidado de no utilizar aire caliente para un secado rápido.
Reparación:
a. Cualquier reparación sólo podrá ser efectuada por el fabricante o su representante autorizado.
b. El equipo que deba ser reparado deberá ser etiquetado como "No utilizable" y retirado de uso.
c. Las reparaciones no deben realizarse in situ, sino en un lugar designado por el fabricante o su representante autorizado.
Almacenamiento:
Cuando no lo utilice, guárdelo en un lugar limpio y seco, sin exponerlo al calor, la luz, la humedad excesiva, el aceite, los
productos químicos, los vapores u otros elementos degradantes.
Transporte:
Los equipos de protección individual deben transportarse en embalajes que los protejan de la humedad y de las
agresiones mecánicas, químicas y térmicas.
La vida útil estimada del producto es de 10 años a partir de la fecha de la primera utilización o, si no consta, a partir de la
fecha de fabricación.
Los siguientes factores pueden reducir la vida útil del producto: uso intensivo, contacto con sustancias químicas, entorno
especialmente agresivo, exposición a temperaturas extremas, exposición a rayos UV, abrasión, cortes, impactos violentos,
mal uso o mantenimiento.
La legibilidad del marcado del producto debe estar garantizada o el equipo debe dejar de utilizarse. Las inspecciones
anuales validarán el correcto funcionamiento del equipo. Es obligatorio que el fabricante o su representante autorizado
examine el equipo al menos cada 12 meses.