Como es probable que, en el transcurso de un examen, la energía ultrasónica atraviese tejidos de diversas
longitudes y tipos, es difícil calcular la intensidad in situ verdadera. En el caso de informes generales, se utiliza
un factor de atenuación de 0,3; así, el valor in situ que se comunica habitualmente emplea la siguiente
fórmula:
–(0.069lf )
In situ (con régimen rebajado) = Agua [e
]
Ya que este valor no representa la intensidad in situ verdadera, se emplea el término "con régimen rebajado"
para calificarlo.
Los valores máximos con régimen rebajado y en agua no siempre se producen en las mismas condiciones
de operación; por lo tanto, puede que los valores máximos publicados para agua y con corrección de
régimen rebajado no estén relacionados a través de la fórmula in situ (con régimen rebajado). Por ejemplo:
un transductor array multizona cuyas intensidades máximas en agua se producen en su zona más profunda,
aunque allí se produce también el factor mínimo de reducción del régimen. El mismo transductor puede
exhibir la intensidad máxima con régimen rebajado en una de las zonas focales más superficiales.
Modelos tisulares y análisis del equipo
Los modelos tisulares son necesarios para estimar la atenuación y los niveles de exposición acústica in situ
a partir de las mediciones de emisión acústica efectuadas en agua. En la actualidad, la exactitud de los
modelos disponibles puede estar limitada debido a los diversos recorridos tisulares de las exposiciones en
ecografía diagnóstica, así como a las incertidumbres inherentes a las propiedades acústicas de los tejidos
blandos. Dado que no hay ningún modelo tisular que sea adecuado para predecir las exposiciones en todas
las situaciones a partir de mediciones realizadas en agua, se requiere mejorar y verificar continuamente estos
modelos a fin de evaluar la exposición para cada tipo de examen.
Para el cálculo de los niveles de exposición se emplea un modelo tisular homogéneo con coeficiente de
atenuación de 0,3 dB/cm MHz a lo largo del trayecto del haz. Este modelo es de carácter conservador, en
cuanto a que sobrestima la exposición acústica in situ cuando el trayecto entre el transductor y el punto de
interés se compone únicamente de tejido blando. Cuando el trayecto contiene cantidades considerables de
líquido, como en el caso de exploraciones transabdominales de embarazos en el primer o segundo trimestre
de gestación, este modelo podría subestimar la exposición acústica in situ. La magnitud de esta
subestimación depende de cada situación concreta.
A veces se utilizan modelos tisulares de trayecto fijo, en los cuales se mantiene constante el grosor del tejido
blando, para valorar las exposiciones acústicas in situ cuando el trayecto del haz mide más de 3 cm y se
compone mayormente de líquido. Cuando se utiliza este modelo para calcular la exposición máxima del feto
en exploraciones abdominales, puede emplearse un valor de 1 dB/cm MHz en todos los trimestres.
Los modelos tisulares actuales que se basan en una propagación lineal podrían subestimar las exposiciones
acústicas en presencia de una saturación significativa provocada por la distorsión no lineal de haces en el
agua durante la medición de la salida.
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Emisión acústica