5. PROCESO TIG
El soldeo con electrodo de tungsteno o wolframio, también conocido como TIG (Tungsten Inert Gas), GTAW o
proceso 141, forma parte de los procesos de soldeo por arco eléctrico. Por tanto debemos tener en cuenta los
principios fundamentales del proceso antes de comenzar las labores de soldeo solicitadas.
APLICACIONES
Este equipo se puede utilizar para el soldeo de todo tipo de materiales. No resultando económica su aplicación en
espesores superiores a 10mm. Para rangos superiores debemos emplear otros procesos combinados para pasadas
de relleno.
La gran ventaja de este método de soldadura es, básicamente, la obtención de
cordones más resistentes y dúctiles, a la vez que menos sensibles a la corrosión que en
el resto de procedimientos, ya que el gas protector impide el contacto entre la
atmósfera y el baño de fusión.
Reducción de deformaciones o inclusiones de escoria, además de soldaduras limpias y
uniformes debido a la escasez de humos y proyecciones son otras de las ventajas de
este proceso.
El cordón obtenido es por tanto de un buen acabado superficial, que puede mejorarse
con sencillas operaciones de acabado, lo que incide favorablemente en los costes de
producción.
Como inconvenientes está la necesidad de proporcionar un flujo continuo de gas y el
coste que supone. Además, este método de soldadura requiere una mano de obra muy especializada, lo que
también aumenta los costes. Por tanto, no es uno de los métodos más utilizados sino que se reserva para uniones
con necesidades especiales de acabado superficial y precisión.
Con la finalidad de obtener mayor control sobre el aporte de soldadura se puede emplear corriente pulsada. El
magnesio.
Al conectar la antorcha en el polo negativo permite un desgaste limitado del electrodo porque la mayor parte del
calor se concentra en la pieza que se está soldando. La recomendación de diámetro de electrodo cambia en función
de la corriente de soldadura seleccionada.
GALA PULSE SYNERGIC DR ADVANCED. Manual de Instrucciones
En el proceso TIG, el arco eléctrico es establecido entre la pieza a ser
soldada y un electrodo no consumible. Mientras, la ionización del aire
y la protección contra contaminaciones será realizada por atmósfera
gaseosa que fluye a través de la antorcha.
El paso de la corriente generará el calor necesario para la fusión de
los materiales a soldar.
resultado es una sucesión de puntos que se solapan a modo de cordón,
garantizando cada impulso la penetración y la solidificación parcial del mismo.
Este proceso se adapta para todas aquellas aplicaciones en las que debamos
limitar el aporte térmico, ya sea por espesor, deformación o transformaciones
metalúrgicas.
Está especialmente recomendado para soldadura de tuberías al ser menos
sensible a las variaciones de posición.
El soldeo en corriente continua permite soldar la mayor parte de los materiales
(aceros al carbono, aceros inoxidables, titanio, bronce, ...), excepto aluminio y
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