Durante la terapia es posible pasar del paciente 1 al paciente 2 en cualquier momento pulsando los
botones 1 o 2 del teclado.
Electroestimulación e intensidad de la estimulación.
La electroestimulación consiste en la trasmisión al cuerpo humano de microimpulsos eléctricos
localizados generados por el I-TECH PHYSIO 4/EMG y conducidos a los electrodos aplicados sobre
el cuerpo por medio de los cables de conexión.
Los campos de aplicación de la electroestimulación son: terapia del dolor, rehabilitación
muscular, recuperación de la atrofia muscular tras una lesión o intervención quirúrgica, la
preparación deportiva o tratamientos estéticos.
Para cada una de estas aplicaciones se utilizan impulsos eléctricos específicos.
La intensidad de la estimulación viene representada en la pantalla del I-TECH PHYSIO 4/EMG con
una escala creciente de 0 a 120mA en cada canal. En los programas Sport y Beauty, la intensidad
es diferente dependiendo del tipo de músculo o programa a utilizar. Ahora especificaremos cómo
establecer la intensidad correcta en función del impulso utilizado.
Los tipos de impulsos pueden ser divididos de la siguiente manera:
Impulso TENS: En los programas TENS, la intensidad debe regularse entre el
umbral de percepción y el umbral del dolor.
El límite máximo lo marca el momento en
que la musculatura circundante al área tratada comienza a contraerse. Es aconsejable no
sobrepasar dicho límite.
Impulso de microcorriente: La intensidad máxima seleccionable es 12, muy
baja.
El ajuste que se realizará entre 6 y 12 y puede ser casi imperceptible. No se trata de un mal
funcionamiento, sino del funcionamiento normal del programa.
Impulso de iontoforesis: Para los programas de iontoforesis se debe ajustar la
intensidad de modo que provoque un hormigueo notable en la zona tratada y
una ligera contracción de los músculos circundantes.
Intensidad máxima
seleccionable: 50.
Impulso de EMS: En este caso será necesario producir una estimulación con
intensidad creciente, de forma que se aumente gradualmente el metabolismo
del músculo tratado.
Se podría explicar como el funcionamiento de un coche: antes de
revolucionarlo al máximo, es necesario calentar el motor.
Impulsos de contracción tonificante, entrenamiento, atrofia: durante el
impulso de entrenamiento el músculo tratado deberá sufrir contracciones
vistosas.
Se podrá ver a simple vista como el músculo tiende a endurecerse y a aumentar de
volumen. Se aconseja subir la intensidad gradualmente (en la primera contracción) para
encontrar una estimulación confortable. En la segunda contracción se elevará aún más la
intensidad hasta encontrar el umbral subjetivo de resistencia. Se repetirá esta operación de
contracción en contracción, hasta elevar la carga de trabajo hasta el nivel de intensidad
aconsejado en la descripción de cada programa. También le recomendamos observar la
intensidad alcanzada para tratar de mejorar el nivel de estimulación, y en consecuencia, el
rendimiento.
Impulsos de masaje, desfatigante, de recuperación activa: la intensidad debe regularse
gradualmente, obteniendo un masaje del músculo a tratar. Es aconsejable regular la intensidad
de forma que se obtenga un masaje absolutamente cómodo. Tenga en cuenta que en este caso
no se debe resistir una intensidad elevada, ya que se trata de un masaje. Por lo tanto, es posible
aumentar progresivamente la intensidad sin excederse.
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