M
U
ascarilla
El sistema de
MasCarilla
de ventilación) está indicado únicamente para el
tratamiento de pacientes adultos que utilicen sistemas
de ventilación no invasivos que cuenten con un
escape activo.
c
ontraindicaciones
U
•
La
MasCarilla
ltra
utilizada sin la supervisión adecuada de personas
cualificadas, ya sea si el paciente está bajo
riesgo de no responder despertándose ante una
hipercapnia o hipoxia graves o hipercapnia al
despertarse, o si el paciente, una vez despierto, no
fuera capaz de quitarse la mascarilla por sí solo.
a
dvertencias
•
Se presupone que si el respirador fallara, su
mecanismo será capaz de proporcionar una
vía al aire del ambiente con un espacio muerto
reducido, de forma que no dé lugar a una
reinhalación importante. En caso de que el
respirador no cumpla con esta condición:
•
La prevención de la reinhalación o de una
obstrucción total de las vías respiratorias
(dependiendo del respirador) dependerá de si
el paciente puede o no abrir la boca.
40
M
nv
™
iraGe
ltra
U
M
™ NV (sin orificios
ltra
irage
M
NV no debe ser
irage
•
Si existe la posibilidad de que el paciente no
pudiera responder eficazmente a un error del
respirador abriendo la boca y respirando a
través de la boca, no se deberá utilizar esta
mascarilla.
•
Bajo ninguna circunstancia se deberá cerrar la
boca con esparadrapo o limitar de cualquier
otro modo el movimiento de la mandíbula
de tal forma que se afecte la capacidad del
paciente para abrir la boca.
•
La mascarilla no deberá llevarse a menos que
el sistema de ventilación esté encendido y
funcionando correctamente.
•
A un caudal fijo de oxígeno complementario (si
se usa), la concentración de oxígeno inhalado
variará dependiendo de los ajustes de presión
programados, el ritmo de respiración del paciente,
la mascarilla elegida y la cantidad de fuga de aire.
•
La mascarilla no debe ser utilizada si el paciente
fuera alérgico a cualquiera de los siguientes
componentes de mascarilla: policarbonato, goma
de siliconas, poliuretano, nylon o poliéster.
•
El uso de una mascarilla puede causar dolores en
los dientes, las encías o la mandíbula, o agravar
una afección dental ya existente. Si experimenta
síntomas, consulte al médico o al dentista.