En la parte posterior de la caja acústica hay dos pares de
terminales de conexión para facilitar el bicableado (arriba,
izquierda). Para realizar una conexión convencional en
monocableado, coloque los puentes suministrados de serie
de tal modo que los terminales positivos y los terminales
negativos estén unidos entre sí (es decir, positivo a positivo
y negativo a negativo). El bicableado puede mejorar la
resolución de los detalles de bajo nivel.
Asegúrese de que los terminales positivos de la caja acústica
(anillo de color rojo) son conectados al terminal de salida
positivo del amplificador y que los terminales negativos de
la caja acústica (anillo de color negro) son conectados al
terminal de salida negativo del amplificador. Una conexión
incorrecta podría tener como resultado una imagen sonora
pobre y una pérdida de graves. Fije siempre firmemente los
terminales los terminales de conexión para evitar
que vibren.
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4. Ajuste Fino y Rodaje
Antes de proceder al ajuste fino, verifique cuidadosamente
que todas las conexiones de la instalación sean correctas y
seguras.
Cada vez que aumente la separación entre las cajas
acústicas y las paredes laterales y posterior de la sala se
reducirá el nivel general de graves. El espacio situado detrás
de las cajas también contribuye a crear una sensación aural
de profundidad. Por el contrario, si acerca las cajas acústicas
a las paredes el nivel de graves aumentará.
Si la respuesta en graves se desestabiliza a menudo, lo
más probable es que se deba a la excitación de modos
de resonancia en la sala de escucha. Incluso pequeños
cambios en la posición de las cajas acústicas o los oyentes
pueden tener un profundo efecto en la manera en que dichas
resonancias afectan al sonido. Intente colocar las cajas
acústicas a lo largo de una pared diferente. El cambio de
posición de muebles y objetos de gran tamaño presentes en
la sala también puede modificar el sonido.
Si la imagen central carece de focalización, intente acercar las
cajas acústicas entre sí o inclínelas de manera que apunten
hacia los oyentes o estén encaradas hacia ellos.
Si el sonido es demasiado brillante (léase chillón), el aumento
de la cantidad de materiales blandos (generalmente
fonoabsorbentes) presentes en la sala (utilice, por ejemplo,
cortinas más pesadas) puede ayudar a equilibrarlo. Por el
contrario, si se reduce la presencia de los citados materiales
se conseguirá incrementar el nivel de brillo de un sonido
apagado y carente de vida.
Para los más puristas, un buen consejo consiste en quitar
la rejilla protectora de los altavoces de medios y graves
sujetándola por su contorno y retirándola cuidadosamente
del recinto.
Las prestaciones de la caja acústica cambiarán de manera
sutil durante el período de escucha inicial. Si la caja ha
estado almacenada en un ambiente frío, tanto los materiales
absorbentes y de amortiguamiento acústico como los
que forman parte de los sistemas de suspensión de los
diferentes altavoces tardarán cierto tiempo en recuperar sus
propiedades mecánicas correctas. Las suspensiones de los
altavoces también se relajarán durante las primeras horas de
uso. El tiempo que la caja acústica necesite para alcanzar las
prestaciones para las que fue diseñada variará en función de
las condiciones de almacenamiento previas de la misma y de
cómo se utilice. A modo de guía, deje transcurrir una semana
para la estabilización térmica de la caja y unas 15 horas de
uso en condiciones normales para que las partes mecánicas
de la misma alcancen las características de funcionamiento
para las que fueron diseñadas.