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Calor infrarrojo
La mayor parte de la gente desconoce el hecho de que nuestra fuente de calor más familiar, el sol, calienta
la tierra utilizando, principalmente, energía infrarroja. Se trata de una forma de energía electromagnética
cuya longitud de onda es superior al extremo rojo del espectro de luz visible pero inferior a una onda de
radio. Esta energía fue descubierta en 1800 por Sir William Herschel quien descompuso la luz solar en sus
diferentes colores mediante el uso de un prisma. Herschel demostró que la mayor parte del calor del haz
caía en la región espectral situada justo más allá del extremo rojo del espectro, donde no existe luz visible.
La mayoría de los materiales absorben fácilmente la energía infrarroja en un amplio rango de longitudes
de onda, lo que origina un aumento de su temperatura. El mismo fenómeno hace que sintamos calidez
cuando nos exponemos a la luz solar. Los rayos infrarrojos del sol viajan a través del vacío del espacio,
atraviesan la atmósfera y penetran en nuestra piel. Esto aumenta la actividad molecular en la piel, lo que
crea una fricción interna y genera calor, permitiendo que sintamos calidez.
El alimento que se cocina sobre fuentes de calor infrarrojo se calienta por el mismo principio. La parrilla a
carbón es la forma más conocida de cocción infrarroja. Las briquetas al rojo emiten energía infrarroja al
alimento con un escaso efecto de secado. El jugo o aceite que escapa del alimento gotea sobre el carbón y
se evapora formando humo, lo que le da al alimento su delicioso gusto a la brasa. El quemador infrarrojo
Napoleon funciona del mismo modo. En cada quemador, 10.000 puertos, cada uno con su minúscula llama
propia, causan que la superficie del azulejo de cerámica se torne roja. Esta fuente emite el mismo tipo de
calor infrarrojo al alimento que el carbón, aunque de una forma más limpia. Los quemadores infrarrojos
también permiten que el área se caliente de forma más uniforme y resultan mucho más fáciles de regular
que los fuegos de carbón. Para conseguir un dorado instantáneo, puede poner los quemadores a fuego alto,
aunque también los puede poner a fuego lento para una cocción más pausada. Todos sabemos lo difícil que
esto resulta en un fuego de carbón. Los quemadores a gas tradicionales calientan el alimento de un modo diferente. El aire
que rodea al quemador se calienta por combustión para subir hasta el alimento que se está cocinando.
Esto genera temperaturas de gratinado más bajas que resultan ideales para platos más delicados, como
mariscos o verduras. Los quemadores infrarrojos Napoleón, por su parte, generan calor para la cocción de
bistecs, hamburguesas y otras carnes más jugosas y sabrosas. Para conocer los tiempos de cocción y obtener
sugerencias, consulte el gráfico de cocción infrarroja.
N415-0526CE-ES DEC 10.19
www.napoleon.com