Gasbarro y colaboradores (2003) aún citan que la radiofrecuencia actúa en por lo menos 3
niveles tisulares, que son la microcirculación, tejido adiposo y la matriz intersticial. En la
microcirculación, la radiofrecuencia estimula la microhiperemia, que consiste en superar el
déficit arteria-arteriola e incrementar la velocidad del flujo en los capilares. A nivel adipocitario,
incrementa la microcirculación, aumentando el gradiente térmico y enzimático, activando la
lipólisis por la liberación de catecolaminas y un aumento del AMP cíclico. Además, la
radiofrecuencia influye en la trama intersticial: el aumento de la temperatura aumenta la
extensibilidad de las fibras del tejido conectivo con una consecuente mejoría del intercambio
microcirculatorio y celular.
Fusi (2005) dividió los efectos fisiológicos de la radiofrecuencia en 3 niveles de transferencia
energética:
-
Nivel Bajo: por no haber disipación endotérmica, hay una bioestimulación ultraestructural de
los componentes celulares, con un aumento de la transformación energética propia del ritmo
biológico vital (ADP – ATP), aumento en el consumo de oxígeno, además de la activación
de la microcirculación arterial y venolinfática, sin la ocurrencia de dilatación de los vasos
sanguíneos;
-
Nivel Medio: se mantiene el efecto bioestimulante, pero asociado a un aumento de la
temperatura y velocidad de flujo, instalándose una microhiperemia capilar y precapilar;
-
Nivel Alto: disminución
-
Rosado et al. (2006) relatan que cuando el colágeno es calentado sobre los 45°C, las
uniones que son sensibles al calor inician su ruptura. En este proceso de transición, la
proteína es transformada de una estructura de alta organización a un gel desorganizado
(desnaturalización). La contracción del colágeno se produce a través del desdoblamiento de
la triple hélice cuando las uniones intermoleculares cruzadas, que son sensibles al calor,
son destruidas, y la tensión del cruce de las uniones intermoleculares residuales se
estabiliza con el calor. El comportamiento de inducción de calor del tejido conectivo y la
cantidad de contracción del colágeno dependen de varios factores, incluyendo la
temperatura y su mantención, tiempo de exposición a la radiofrecuencia y al estrés
mecánico aplicado al tejido durante el proceso de calentamiento
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