El siglo XIX presencio grandes avances en el campo de la electrotecnología, inclusive en las
aplicaciones terapéuticas de la electricidad y del magnetismo. A mediados de 1850, los
estudios sobre usos terapéuticos de la electricidad fueron estimulados gracias a los avances en
los conocimientos de electromagnetismo realizados por Faraday, Gauss y Ampère, entre otros.
De estos estudios se destacan los de Jacques Arsene D'Arsonoval y Nikola Tesla. El primero
estudio los efectos fisiológicos de las corrientes alternadas producidas por campos
electromagnéticos que varían en el tiempo, y eventualmente los efectos de campos de altas
frecuencias como estimulaciones musculares y nerviosas. Verifico esos efectos de forma
continua y pulsada y en diferentes frecuencias, además de la inducción eléctrica del proceso de
transpiración. En 1899, los efectos de calentamiento producidos por campos electromagnéticos
y corrientes de alta frecuencia en materiales biológicos fueron reconocidos y teorizados por
fisiólogos. Karl Franz Nagelschmidt, en 1900, inicio estudios sobre los efectos del calentamiento
e introdujo la teoría de que el calentamiento del material biológico a través de campos
electromagnéticos surge de la oscilación molecular inducida por corrientes de alta frecuencia.
Ese descubrimiento llevo médicos a utilizar ondas de radiofrecuencia para tratar tejidos
lesionados. El uso de la energía electromagnética, envés de fuentes de calor externo, se tornó
popular debido al calentamiento profundo más eficiente producido por la energía
electromagnética (HERNÁNDEZ et al., 2001).
Radiofrecuencia
Se trata de una modalidad terapéutica que utiliza radiaciones del espectro electromagnético en
el orden de los kilohertz (kHz) a Megahertz (MHz), o sea, energías usadas en radio
transmisiones. Por ser una energía transmitida en forma de ondas, con alternancias cíclicas de
polaridades y frecuencia elevada, no produce efectos neuromusculares intensos ni
electroquímicos significativos. No obstante, provoca efectos de calentamiento por la conversión
o absorción de esa energía en los tejidos. Este proceso, como ya mencionado, es llamado de
diatermia y es utilizado hace años como termoterapia profunda (AGNE, 2004).
La onda electromagnética de radiofrecuencia atraviesa los tejidos entre los electrodos y causa
un aumento de temperatura de acuerdo a la Ley de Joule. De acuerdo con esta ley, cuanto
mayor sea la corriente eléctrica a través de una carga resistiva (tejido), mayor será la
producción térmica (SORIANO, PÉREZ y BAQUÉS, 2000).
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