Guía clínica: Tratamientos de la piel (ST) con IPL
A.5.
Definición de las
afecciones principales
A.5.1. Eritema de
rosácea
A.5.2. Telangiectasia
A.5.3. Telangiectasia
facial
A.5.4. Telangiectasia del
tronco
A.5.5. Hiperpig-
mentación
A.5.6. Melasma
A.5.7. Poiquilodermia
A-8
El eritema de rosácea es un enrojecimiento inflamatorio de la piel. Los
síntomas de la rosácea incluyen enrojecimiento facial en la nariz, mejillas,
mentón y frente, vasos sanguíneos visiblemente dilatados y/o pápulas
y pústulas rojas inflamatorias. Los síntomas de la rosácea se desarrollan
gradualmente como episodios leves de rubor o enrojecimiento facial que,
con el tiempo, se pueden convertir en un enrojecimiento permanente
del rostro.
Pequeños segmentos dilatados o rotos de un vaso sanguíneo, visibles
a través de la epidermis, como pequeños segmentos terminales
o racimos conocidos como "arañas vasculares".
Pequeñas lesiones focales rojas en el rostro, debido a vasos sanguíneos
dilatados con un aspecto enrevesado. Suelen aparecer en el rostro
alrededor de la nariz, mejillas y mentón.
Pequeños vasos sanguíneos aumentados cerca de la superficie de la piel
que suelen medir pocos milímetros. Pueden aparecer en cualquier parte
del cuerpo. Pueden estar formados por la agregación anormal de arteriolas,
capilares o vénulas.
La hiperpigmentación es una afección común y normalmente inofensiva en
la que algunos parches de piel se vuelven más oscuros que la piel normal
adyacente, normalmente por la formación de depósitos en la piel por
exceso de melanina. La hiperpigmentación se suele presentar como
parches de lentigos o pecas producidas por el sol.
El melasma es una forma de hiperpigmentación difusa y simétrica en el
rostro que aparece en la mayoría de los casos por cambios hormonales,
como el embarazo o el uso de píldoras anticonceptivas. Se presenta con
mayor frecuencia en tipos de piel oscura.
Una hiperpigmentación y telangiectasia variegada de la piel, seguida
de atrofia.
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Lumenis
M22
UM-1024721ES-H Rev A