Durante la Etapa 3 es importante mantenerse firme
con su plan de preparación de alimentos y no ceder a
expresiones como "solo quiero nuggets de pollo y pizza",
que comenzarán a surgir en este momento. Los bebés en
desarrollo todavía tienden a ser más flexibles en esta etapa
de lo que suelen ser durante sus primeros años, cuando
pueden volverse extremadamente resistentes a probar
nuevos alimentos. Si su hijo ya está siendo melindroso,
le esperan tiempos mucho más difíciles al llegar a los
"terribles dos años".
Para evitar esta situación, siga ofreciéndole una gran
variedad de texturas y sabores, sin importar si los
rechaza o los ignora. Inclusive si cierta comida permanece
intacta, no deje de servírsela. Incluir constantemente un
nuevo tipo de alimento en el plato de su hijo le ayudará
a familiarizarse con él y reducir la ansiedad que puede
producir la introducción de nuevos alimentos. Llegará el
día en que su hijo intente probarlo, ya que en promedio,
¡los bebés tardan entre 5 y 10 veces en comenzar a
gustarles un alimento nuevo!
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