A continuación, se resumen las
normas de seguridad que deben
respetarse cuando se transportan
niños:
1) La posición aconsejada para la
instalación de las sillas para los niños
es en el asiento trasero, ya que es la
más protegida en caso de choque.
2) Si el coche está equipado con Air-
bag en el lado pasajero, los niños no
deberán viajar nunca en el asiento de-
lantero.
3) Cuando se desactiva el Airbag en
el lado pasajero, es imprescindible que
compruebe siempre, mediante el co-
rrespondiente testigo amarillo
tuado en el tablero de instrumentos,
que la desactivación ha tenido lugar.
4) Respete escrupulosamente las ins-
trucciones suministradas con la silla
que el Fabricante obligatoriamente
deberá entregar con la misma. Guarde
estas instrucciones en el coche junto
con los documentos y este Manual. No
utilice sillas usadas que no tengan las
instrucciones de uso.
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5) Compruebe siempre tirando de la
cinta que el cinturón se haya abro-
chado perfectamente.
6) Por cada sistema de sujeción se
debe abrochar un solo niño. No trans-
porte nunca dos niños con un solo cin-
turón.
7) Compruebe siempre que los cin-
turones no se apoyen en el cuello del
niño.
8) Durante el viaje, no permita que
el niño adopte posturas incorrectas o
que se desabroche el cinturón.
9) No lleve nunca a los niños en bra-
zos, ni siquiera a los recién nacidos.
F
si-
Nadie, por muy fuerte que sea, podrá
sujetarlos en caso de choque.
10) En caso de accidente, sustituya
la silla por otra nueva.
PRETENSORES
Para reforzar la acción protectora de
los cinturones de seguridad delante-
ros, el coche está equipado con pre-
tensores. Estos dispositivos "sienten",
a través de un sensor, que se está pro-
duciendo una colisión violenta y dis-
minuyen la longitud de la cinta algu-
nos centímetros. De este modo garan-
tizan la perfecta adherencia de los
cinturones al cuerpo de los ocupantes,
antes de que inicie la acción de suje-
ción.
El bloqueo de los carretes indica que
el pretensor ha intervenido; la cinta
del cinturón no se alarga ni siquiera
tirando de ella.
La activación de los pretensores
puede liberar una pequeña cantidad
de humo. Este humo no es nocivo ni
supone un principio de incendio.
Los pretensores no necesitan mante-
nimiento ni lubricación. Cualquier mo-
dificación de su estado original anula
su buen funcionamiento.