INCIDENTES EN VUELO
Plegadas
Debido a la forma flexible que tiene un parapente, la turbulencia puede hacer que una
parte de la vela se pliegue de pronto. Esto puede ir desde una plegada pequeña del 30%
(asimétrica) hasta una plegada simétrica de total.
Si tienes una plegada, lo primero que debes hacer es controlar tu dirección. Deberías
alejarte del relieve o de obstáculos y otros pilotos. Las plegadas asimétricas deberían
controlarse cargando el peso al lado opuesto a la plegada y aplicando freno suficiente
para controlar la dirección. Esta sola acción debería bastar para que la mayoría de las
veces la vela se recuperase por completo.
Cuando una vela tiene una plegada se convierte en la práctica en una vela más pequeña,
por lo que su carga alar y su velocidad de pérdida serán mayores. Esto supone que la
vela entrará en negativo o en pérdida con menos freno de lo normal. Cuando trates de
evitar que la vela gire hacia el lado plegado, debes tener mucho cuidado para no dejar
en pérdida el lado de la vela que sigue volando. Si no eres capaz de detener el giro de
la vela sin tener que exceder el punto de entrada en pérdida, debes permitir que la vela
gire hasta que logres que la velocidad se reinfle.
Si tienes una plegada que no se resuelve por sí sola de manera espontánea, haz un
gesto largo, suave y progresivo con el freno del lado plegado. Esta acción de frenado
debe durar 1 o 2 segundos por bombeo. Bombear con gestos demasiado cortos y rápidos
no reinflará la vela, y si bombeas muy lentamente puedes acercar la vela a la pérdida o
meterla en ella.
Las plegadas simétricas (también llamadas frontales) salen sin intervención del piloto, sin
embargo, 15 o 20 centímetros de freno aplicado simétricamente harán que la recuperación
sea más rápida. Tras una plegada frontal ten siempre en mente tu velocidad-aire y
asegúrate de que la vela no esté en parachutaje antes de hacer cualquier otro gesto de
corrección.
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