tejido. La circulación reducida causa una acumulación de residuos metabólicos, resultando
en hipoxia local, isquemia y metabolitos nocivos que causan dolor. Estos eventos son señal
de que la producción de ATP se ha reducido. La microcorriente incrementa la formación del
gradiente de protones, proveyéndole iones positivos a la membrana externa e iones
negativos a la membrana interna. Este proceso aumenta la diferencia eléctrica entre las dos
membranas, generando un mayor protón motriz que lleva a la formación de ATP. Así, el
aumento de la síntesis de ATP hace que el tejido lesionado tenga energía necesaria para
aumentar el transporte de los iones a través de las membranas, producir nuevas proteínas,
nutrir las células y eliminar los productos metabólicos (BORGES y SANTOS, 2006; KIRSCH
y MERCOLA, 1995);
Cheng y colaboradores, en 1982, (apud SILVA, 2006) demostraron el aumento de la
concentración de ATP celular en cerca de tres a cinco veces en el rango de 50A a 1000A,
siendo que con corrientes entre 100A y 500A el efecto fue similar, y excediéndose os los
1000A, los valores retornaban a los niveles normales sin electroestimulación.
- Transporte activo de aminoácidos: el transporte activo es el medio de transporte de las
moléculas de aminoácidos hacia el interior de la célula, pues estas son demasiado grandes
para sufrir difusión a través de las membranas celulares. Este mecanismo depende de la
energía liberada por las moléculas de ATP (GUYTON y HALL, 1996).
El estudio de Cheng y colaboradores en 1982 (apud SILVA, 2006), mostró que el transporte
activo de aminoácidos aumentó de un 30 a un 40% con el uso de microcorriente con
intensidades entre 100A y 500A. Con la intensidad de corriente aumentada, excediendo los
1000A, hubo reducción en el transporte de aminoácidos del 20 al 73%.
- Síntesis de proteínas: el incremento en la producción de ATP ofrece la energía necesaria
para elevar la síntesis de proteína y aumentar el transporte de los iones, haciendo que se
produzca el desarrollo de tejidos (BORGES y SANTOS, 2006).
Conforme a Cheng y colaboradores (apud SILVA, 2006), el aumento en la síntesis proteica
se inició con la aplicación de microcorriente a la intensidad de 10 µA, y alcanzó el nivel
máximo con 100µA. Sin embargo, corrientes entre 1 y 5 mA provocaron una disminución de
esos niveles, y con intensidades de 5mA, la síntesis de proteínas disminuyó en hasta un
50% comparado con el grupo de control que no recibió tratamiento electroterapéutico.
- Drenaje linfático: la terapia por microcorriente aumenta la movilización de proteínas hacia
el sistema linfático, puesto que cuando se aplica en tejidos lesionados, las proteínas se
ponen en movimiento y su migración hacia el interior de los vasos linfáticos se acelera. La
presión osmótica de los vasos linfáticos aumenta, absorbiendo el fluido del espacio
intersticial (MERCOLA y KIRSCH, 1995).