Efectos terapéuticos
- Analgesia: existen algunos mecanismos que pueden posiblemente verse afectados
después de la exposición a un campo eléctrico. Estos son: la liberación de encefalinas,
principalmente las endorfinas; la internalización de la substancia P; la teoría de control de la
compuerta del dolor y la activación de los receptores de diferentes opioides (ALLEN et al.,
1999; NAM et al., 1995; SEEGERS et al., 2002; SLUKA et al, 1998);
- Aceleración del proceso de reparación de tejidos: algunos estudios relatan la aceleración
del proceso de proliferación de los fibroblastos, una mayor concentración de fibras
colágenas y una intensa neovascularización (ALVAREZ et al, 1983; SANTOS et al, 2004;
SILVA, 2006);
- Aumento de la osteogénesis: un estudio hecho por Bassett, Mitchell y Gaston (1982)
demostró que las corrientes con intensidades bajo los 5 µA están bajo el umbral para la
osteogénesis. Entre 5 µA y 20 µA parecen producir osteogénesis significativa, y sobre los 20
µA lesionan el tejido. Un estudio de caso relatado por Borges y Santos (2006) observó el
cierre parcial del foco de fractura y una intensa calcificación utilizando tratamiento
electroterapéutico por alrededor de 30 días ininterrumpidos, con aproximadamente 6 horas
diarias, empleando corriente continua con inversión de polaridad, 1000Hz de frecuencia y
una intensidad de 60 µA;
- Antinflamatorio: disminución significativa de las señales inflamatorias, como retracción de
la lesión, desarrollo precoz de la costra, disminución del edema y ausencia de esxudato
inflamatorio (SILVA, 2006). Según Kirsch y Lerner (apud BORGES y SANTOS, 2006), la
microcorriente con frecuencias de 80 a 100Hz, a veces produce resultados más rápidos al
tratar problemas articulares inflamatorios, pero estas frecuencias no contribuyen a
resultados a largo plazo. Relatan incluso que la intensidad se debe mantener en torno a 500
a 600 µA, dependiendo del tipo de electrodo.
- Acción bactericida: la cicatrización de heridas pude ser impedida por la infección. La
estimulación eléctrica con microcorriente utilizando el polo negativo posee acción
bactericida. Snyder-Mackler (2001) relata que algunos estudios se hicieron con heridas
contaminadas por Escherichia coli y Pseudomonas aeruginosa. Después de varios días de
electroestimulación con microcorriente, aparecieron estériles.
Reducción de edemas: la microcorriente aumenta la absorción del líquido intersticial,
favoreciendo la reducción de edemas (KIRSCH y MERCOLA, 1995; SNYDER-MACKLER,
2001);
- Relajación muscular: el espasmo muscular postrauma puede provocar deficiencias de flujo
sanguíneo con una consecuente hipoxia y acumulación de metabolitos nocivos, llevando a la
reducción de ATP. Como ya se ha relatado, la microcorriente, incrementando la síntesis de
ATP, puede auxiliar en la cura de estos casos (BORGES y SANTOS, 2006).