EQUIPO DE SEGURIDAD
El salvavidas proporciona capacidad
de flotación que ayuda a mantener
la cabeza y la carga fuera del agua
y a mantener el cuerpo en una po-
sición satisfactoria en el agua. A la
hora de seleccionar un salvavidas
deben tenerse en cuenta el peso y
la edad. La sustentación de un sal-
vavidas debería soportar el peso de
una persona en el agua. La talla de
un salvavidas debe ser la adecuada
para su portador. El peso y el perí-
metro torácico son las referencias
normales para saber la talla de un
salvavidas. Es responsabilidad del
piloto asegurarse de que dispone
de la cantidad y los tipos apropia-
dos de salvavidas a bordo para
cumplir las normativas aplicables,
y de que los pasajeros conocen su
ubicación y están familiarizados con
su uso.
Tipos de salvavidas
Hay cinco tipo de salvavidas homo-
logados.
Salvavidas de Tipo I, ponible, con
la máxima capacidad de flotación
requerida. Su diseño permite poner
boca arriba, en posición vertical o
ligeramente hacia atrás, a la mayo-
ría de las personas inconscientes
que se encuentran en el agua boca
abajo. Puede aumentar mucho la
probabilidad de supervivencia. El
tipo I es el más eficaz en toda clase
de aguas, especialmente en alta
mar, donde puede haber retrasos
en las labores de rescate. También
es el más eficaz con mar brava o
aguas revueltas.
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INFORMACIÓN SOBRE SEGURIDAD
TIPO I PONIBLE
Salvavidas de Tipo II, ponible, con
capacidad para dar la vuelta al
usuario igual que el salvavidas de
Tipo I, pero con menor eficacia. En
las mismas condiciones, el tipo II
no pone boca arriba a tantas perso-
nas como el tipo I. Puede optar por
utilizar este salvavidas cuando hay
probabilidad de un rescate rápido,
como en las zonas en las que, por
regla general, hay muchas perso-
nas involucradas en actividades
acuáticas.
TIPO II PONIBLE
Salvavidas de Tipo III, ponible,
que permite al usuario colocarse
en una posición vertical o ligeramen-
te hacia atrás. No pone a su porta-
dor boca arriba. Mantiene al porta-
dor en posición vertical o ligeramen-
te hacia atrás y no tiene ninguna
tendencia a girar al portador y po-
nerlo boca abajo. Tiene el mismo
poder de sustentación que el salva-
vidas de tipo II y puede ser adecua-
do para zonas en las que, por regla
general, hay otras personas practi-
cando actividades acuáticas.