Es fácil explicar de qué modo actúan las leyes
físicas en caso de accidente frontal: en cuanto
un vehículo se pone en movimiento se origina,
tanto en el vehículo como en los ocupantes del
mismo, una energía denominada "energía ciné-
tica".
La magnitud de la "energía cinética" depende
fundamentalmente de la velocidad, del peso
del vehículo y de los ocupantes. Cuanto mayor
sean mayor será la energía que deberá ser
"absorbida" en caso de accidente.
No obstante, el factor más importante es la ve-
locidad del vehículo. Por ejemplo, si la veloci-
dad se duplica pasando de 25 km/h (15 mph)
a 50 km/h (30 mph), la energía cinética corres-
pondiente se cuadruplica.
Dado que los ocupantes del vehículo de nues-
tro ejemplo no llevan abrochado el cinturón de
seguridad, en caso de colisión toda la energía
cinética de los ocupantes sólo será absorbida
por dicho impacto.
Aun circulando a una velocidad comprendida
entre 30 km/h (19 mph) y 50 km/h (30 mph),
las fuerzas que actúan sobre el cuerpo en caso
de accidente pueden superar con facilidad una
tonelada (1.000 kg). Las fuerzas que actúan so-
bre su cuerpo aumentan cuanto mayor sea la
velocidad a la que circule.
Los ocupantes del vehículo que no se hayan
abrochado los cinturones de seguridad no es-
tán "unidos" al vehículo. En caso de colisión
frontal, estas personas se desplazarán con la
misma velocidad a la que circulaba el vehículo
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Seguridad
antes de la colisión. Este ejemplo es válido
no sólo para colisiones frontales, sino también
para todo tipo de accidentes.
Incluso circulando a poca velocidad, en caso
de colisión actúan sobre el cuerpo fuerzas que
no se pueden contrarrestar sólo con apoyarse
en las manos. En caso de colisión frontal, los
ocupantes del vehículo que no lleven puesto
del cinturón de seguridad se verán lanzados de
forma incontrolada hacia delante y se golpea-
rán, por ejemplo, contra el volante, el tablero de
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instrumentos o el parabrisas
También es imprescindible que los ocupantes
de los asientos traseros se abrochen el cintu-
rón, ya que, en caso de accidente, se verían
desplazados de un modo incontrolado por el
habitáculo. Si un ocupante del asiento trasero
no lleva el cinturón abrochado, no sólo se pone
en peligro a sí mismo sino también a los ocu-
pantes de los asientos delanteros
Abrocharse y desabrocharse el cin-
turón de seguridad
fig. 23.
Fig. 25
Insertar la lengüeta del cinturón de
seguridad en su cierre.
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fig. 24.
Fig. 26
Soltar la lengüeta del cierre del
cinturón.
Los cinturones de seguridad correctamente co-
locados mantienen a los ocupantes en la posi-
ción en la que más protegidos están en caso
de frenada brusca o accidente
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