ADVERTENCIA
Comprobar siempre que,
además de Vd., también
los demás pasajeros del coche lle-
van los cinturones de seguridad
abrochados. Viajar sin cinturones
abrochados aumenta el riesgo de
lesiones graves o muerte en caso
de colisión.
– No marchar cuesta abajo con el mo-
tor apagado: en estas condiciones no se
pueden utilizar la dirección asistida, el
servofreno ni el freno motor, por lo tanto
la acción frenante requeriría un mayor es-
fuerzo en el pedal del freno y el volante
un esfuerzo notablemente superior.
– En caso de parada por avería, aparcar
el coche fuera de la carretera, accionar
las luces de emergencia y preparar el
triángulo para indicar la presencia del co-
che. De todas formas, atenerse a las nor-
mas vigentes del Código de la circulación.
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EN ESTACIONAMIENTO
Teniendo que dejar el coche parado,
actuar como se indica a continuación:
– Apagar el motor.
– Tirar del freno de mano.
a
– Engranar la 1
marcha si el coche va
cuesta arriba o la marcha atrás si el coche
va cuesta abajo. En el coche con cambio
automático, colocar la palanca en posi-
ción P.
– Girar las ruedas delanteras para ga-
rantizar la parada inmediata del coche en
caso de desenganche accidental del freno
de mano.
Con el motor apagado
no dejar la llave de con-
tacto en posición MAR
para evitar que una absorción i-
nútil de corriente descargue la
batería.
ADVERTENCIA
No dejar nunca niños en
el coche sin vigilancia; al
alejarse del coche extraer siempre
las llaves del conmutador de en-
cendido y llevárselas consigo.
CONDUCCIÓN NOCTURNA
Viajar de noche supone un mayor es-
fuerzo físico y nervioso, por tanto a conti-
nuación ofrecemos algunas sugerencias:
– Conducir con mucha prudencia, redu-
ciendo la velocidad de ser necesario y so-
bre todo en carreteras sin iluminación.
– Mantener más distancia de seguridad
respecto a la conducción diurna: de hecho
es más difícil evaluar la velocidad de un
vehículo cuando se ven sólo las luces.
– Pararse y descansar adecuadamente
a los primeros síntomas de somnolencia.
Continuar sería un peligro para sí y para
los demás.
– Cerciorarse de la orientación correcta de
los faros, si están demasiado bajos reducen
la visibilidad, si están demasiado altos pue-
den molestar a los demás automovilistas.
– Usar las luces de carretera sólo fuera
de los centros habitados y cuando se ten-
ga la certidumbre de no molestar a los
demás automovilistas.
– Quitar las luces de carretera y pasar a
las luces de cruce cruzándose con los o-
tros vehículos.
– Mantener los faros y los grupos ópti-
cos traseros siempre limpios.