Purga del circuito:
Condición indispensable para purgar el circuito es que este sea totalmente hermético,
de lo contrario, al intentar el sangrado se introducirá aire por la fuga y será imposible
sangra hasta no haber reparado previamente la fuga.
Purgar el circuito siempre que se haya introducido aire. Por ejemplo:
Después de sustituir un latiguillo.
Si un racor está flojo.
Si una junta de racor está defectuosa.
Para proceder retirar el capuchón de protección del tornillo de purga existente en la
pinza del freno.
Instalar sobre este tornillo un tubo transparente e introducir el otro extremo en un
recipiente repleto de líquido de frenos.
Actuar sobre la maneta de freno y mientras mantenemos la presión, desenroscar
ligeramente el tornillo de purga (llave de 8 mm.). No cerrar el sangrador hasta que la
maneta del freno esté a media carrera. No llevar jamás el mecanismo del freno hasta
el tope a riesgo de dañar el pistón.
Repetir esta operación el número de veces necesario hasta eliminar completamente el
aire del circuito.
Podemos efectuar el sangrado mediante una pistola de vacío en cuyo caso no será
necesario accionar la maneta del freno.
Nota: durante la purga del circuito de frenado el nivel del depósito del líquido de
frenos baja. Vigilar que este nivel no descienda jamás por debajo de la marca de nivel
mínimo "Lower" y, de ser necesario, añadir líquido.
Completar el nivel en el depósito exclusivamente con líquido de frenos nuevo.