1. Asegúrese de que las llantas
estén frías; es decir, que no hayan
rodado ni siquiera 1 milla.
Nota: Si está inspeccionando la presión
estando calientes las llantas (por ejemplo,
cuando hayan rodado más de 1 milla [1.6
kilómetros]), no deje salir aire para reducir
la presión de las llantas. Las llantas están
calientes debido al uso y es normal que la
presión aumente por encima del valor en
frío recomendado. Una llanta caliente a una
presión de inflado igual o menor que la
presión recomendada en frío podría estar
considerablemente desinflada.
Nota: Si debe conducir una cierta distancia
para conseguir aire para las llantas,
inspeccione y tome nota de la presión al
salir a la estación de servicio y agregue la
presión de aire necesaria cuando llegue allá.
Es normal que las llantas se calienten y que
la presión del aire aumente al rodar.
2. Retire el tapón de la válvula de
una llanta; luego haga presión
firme sobre el manómetro de
llantas contra la válvula para
medir la presión.
3. Agregue suficiente aire hasta
alcanzar la presión de aire
recomendada.
Nota: si infla la llanta en exceso, haga
presión sobre el vástago metálico en el
centro de la válvula para liberar aire. Luego
vuelva a medir la presión con el manómetro.
4. Vuelva a colocar la tapa de
válvula.
5. Repita este procedimiento en
todas las llantas, incluida la de
refacción.
Super Duty (), esMEX
Ruedas y llantas
Nota: Algunas llantas de refacción utilizan
una presión de inflado mayor de la de las
demás llantas. En el caso de las llantas mini
de refacción del tipo T (consulte la
información acerca de los conjuntos de
rueda y llanta de refacción desiguales para
conocer la descripción de dichos conjuntos).
Almacene y mantenga la llanta a 60 psi
(4.15 bar). En el caso de llantas de refacción
de tamaño normal y desiguales (consulte
la información acerca de los conjuntos de
rueda y llanta de refacción desiguales para
conocer la descripción de dichos conjuntos).
Almacene y mantenga la presión máxima
de inflado al valor de la presión de las
llantas delanteras o traseras, la que sea
mayor, indicado en la etiqueta de
certificación de la conformidad con las
normas de seguridad o en la etiqueta de las
llantas, ambas presentes en el vehículo.
6. Inspeccione visualmente las
llantas a fin de comprobar que no
haya clavos ni otros objetos
incrustados que pudieran perforar
la llanta y provocar una fuga de
aire.
7. Inspeccione los flancos a fin de
comprobar que no tengan
canales, cortes ni protuberancias.
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