• Para poder proporcionar protección
en una colisión grave, los airbags de‐
ben inflarse rápidamente. La veloci‐
dad de inflado del airbag es conse‐
cuencia del breve espacio de tiempo
en el que tiene lugar una colisión y la
necesidad de que el airbag se infle
entre el ocupante y las estructuras
del vehículo, antes de que el ocupante
sufra un impacto contra dichas es‐
tructuras.
La velocidad del inflado reduce el ries‐
go de lesiones graves o mortales en
caso de colisión brusca y, por ello, se
trata de un componente necesario
para el diseño del airbag.
Sin embargo, el despliegue del airbag
también puede causar lesiones, entre
las que destacan rasguños faciales,
contusiones y rotura de huesos debi‐
do a que la rapidez del inflado hace
que los airbag se expandan con gran
fuerza.
• Hay incluso circunstancias en las que
el contacto con el airbag situado en el
volante puede causar lesiones morta‐
les, sobre todo si el ocupante está
sentado excesivamente cerca del vo‐
lante.
ADVERTENCIA
• Para evitar lesiones personales
graves o muerte por el despliegue
de los airbags en caso de colisión,
el conductor debería sentarse tan
separado del airbag del volante co‐
mo fuera posible (al menos a
250 mm). El acompañante delan‐
tero debería mover su asiento tan
atrás como fuera posible y sentar‐
se hacia atrás en el asiento.
• En caso de colisión, el airbag se
infla inmediatamente, siendo posi‐
ble que los acompañantes sufran
lesiones por la fuerza de expansión
del airbag si no están sentados en
posición correcta.
• El inflado del airbag puede provo‐
car lesiones como abrasiones fa‐
ciales o corporales, lesiones debido
a la rotura de cristales o quemadu‐
ras.
Ruido y humo
Cuando el airbag se infla, se escucha un
ruido fuerte y deja humo y polvo en el
aire del interior del vehículo. Esto es
normal y es consecuencia del encendido
del inflador del airbag. Después de que
el airbag se infle, sentirá un malestar al
respirar debido al contacto de su pecho
con el cinturón y el airbag, además de
por respirar el humo y el polvo. Abra las
puertas y/o las ventanillas con la mayor
brevedad posible después del impacto
para reducir el malestar y evitar una
exposición prolongada al humo y al pol‐
vo.
Aunque el humo y el polvo no sean tóxi‐
cos, pueden causar irritación a la piel
(ojos, nariz, garganta, etc). Si este es el
caso, lávese inmediatamente con agua
fría y consulte a un médico si los sínto‐
mas persisten.
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