Manual de prueba del paciente
Efectos secundarios
Toda intervención quirúrgica entraña riesgos. Entre los posibles riesgos que entraña la implantación de un generador de impulsos
como parte de un sistema que ofrece estimulación en la médula espinal se incluyen:
• Los electrodos que ofrecen estimulación pueden moverse de la ubicación original en la que se implantaron, lo que conlleva
cambios no deseados en la estimulación y la consiguiente disminución del alivio del dolor.
• El sistema puede fallar debido al fallo aleatorio de un componente o de la batería. Ello puede incluir descarga de la batería, fallos
del dispositivo, rotura del electrodo, fallos de los componentes físicos, conexiones sueltas, cortocircuitos o circuitos abiertos y
fallos en el aislamiento del electrodo, con la consiguiente posibilidad de que el control del dolor no sea eficaz.
• Su cuerpo puede reaccionar de forma negativa a los materiales utilizados para fabricar el estimulador o los electrodos. Puede
percibir enrojecimiento, calentamiento o inflamación del área en la que está el implante. Se puede producir una reacción adversa
del tejido a los materiales implantados. En algunos casos, la formación de tejido reactivo alrededor del electrodo puede dar lugar
a un retraso en la aparición de compresión de la columna vertebral y déficit neurológico o sensorial, incluido parálisis. El tiempo
de aparición es variable, posiblemente desde semanas hasta años después del implante.
• La piel situada sobre el estimulador puede acabar volviéndose fina y, con el tiempo, cada vez más sensible. Se puede formar un
seroma.
• Los riesgos más habituales de las intervenciones quirúrgicas son el dolor temporal en el área del implante y las infecciones. Sin
embargo, debido a que los electrodos se colocan en el espacio epidural, existe un pequeño riesgo de fuga de líquido espinal
en el lugar de inserción del electrodo tras la intervención. En casos muy excepcionales, pueden formarse coágulos internos
(hematoma) o vesículas (seroma) internas. De igual modo, pueden producirse hemorragias epidurales o parálisis. Asimismo, es
posible que la médula espinal quede comprimida.
• Las fuentes externas de interferencia electromagnética pueden causar el funcionamiento incorrecto del dispositivo y afectar a la
estimulación.
• IRM: la exposición a imágenes por resonancia magnética (IRM) puede hacer que perciba calor cerca del área en la que se
sitúa el estimulador o los electrodos; puede distorsionar o destruir la imagen necesaria para el diagnóstico; y producir bastantes
interferencias electromagnéticas (IEM) como para borrar la programación del estimulador, destruir los electrodos o hacer que se
muevan de la ubicación prevista.
• Con el tiempo, puede producirse una estimulación inadecuada debido a cambios celulares en el tejido que circunda los
electrodos, cambios en la posición de los electrodos, conexiones eléctricas sueltas o fallos del electrodo.
• Varias semanas después de la intervención quirúrgica, puede sentir una estimulación eléctrica dolorosa en la pared torácica
debido a la estimulación de ciertas raíces nerviosas.
• Con el tiempo, el implante puede desplazarse de su posición original.
• Puede experimentar debilidad, torpeza, entumecimiento o dolor bajo el nivel de implantación.
• Puede tener un dolor persistente en el lugar en el que se encuentra el estimulador o el electrodo.
En cualquier caso, debe ponerse en contacto con su médico e informarle.
Manual De Prueba Del Paciente
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