Conducción económica y ecológica
Informaciones generales
El consumo de combustible depende en gran parte del estilo de conducción
personal.
El consumo de combustible, la polución
ambiental y el desgaste del motor, frenos y
neumáticos dependen básicamente de tres
factores:
• estilo de conducción personal
• condiciones de uso (climáticas, estado del
suelo)
Conducción defensiva
Es en la aceleración cuando el vehículo
consume más combustible. Al conducir con
previsión, existe una menor necesidad de
frenar y, consecuentemente, también de
Manutención periódica
A través de una manutención periódica en un
Concesionario Volkswagen®, es posible establecer
antes de comenzar el viaje las mejores condiciones
para una conducción económica.
El buen estado del motor no solo repercute
positivamente en la seguridad durante la
conducción y en la preservación del valor do su
vehículo, sino también en el consumo de
combustible.
Menos trayectos cortos
Fig. 140 Consumo de combustible en l/100 km.,
con dos niveles de temperatura ambiente diferentes
Consejos prácticos
• condiciones técnicas del vehículo
A través de una conducción defensiva y
económica, es posible una reducción del
consumo de combustible en el orden de 10% a
15%. En este capítulo, pretendemos presentarle
algunas sugerencias con el objetivo de
garantizar una conducción más ecológica y
económica.
f
acelerar. Desacelere a tiempo, cuando fuese
previsible, por ejemplo, una parada en el
próximo semáforo.
f
Un motor desreglado puede aumentar el
consumo de combustible en un 10% por sobre lo
normal.
Verifique también el nivel de aceite en cada carga
página 192. El consumo de aceite depende, en
g
gran parte, de la carga y del régimen del motor.
Este consumo puede alcanzar hasta 0,5 litro en
1.000 km., según el estilo de conducción.
El motor y el catalizador deberán haber
alcanzado su temperatura de servicio
optimizada para reducir eficazmente el
consumo y las emisiones de gases tóxicos.
El motor frío consume, inmediatamente después
del arranque, de 50 a 70 l/100 km. de
combustible.
Después de aproximadamente un kilómetro, el
consumo baja de 20 a 30 l/100 km. Solo después
de aproximadamente cuatro quilómetros el
motor alcanza su temperatura de servicio,
normalizándose el consumo. Por lo tanto, debe
evitar los trayectos cortos.
También es decisiva la temperatura ambiente. A
fig. 140
muestra las diferencias de consumo
g
para el mismo trayecto con una temperatura de
+20 °C y de -10 °C. Su vehículo consume más
combustible en el invierno que en el verano.
Tecnología inteligente
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