Si selecciona un nuevo nivel de energía mientras el desfibrilador se está cargando o si se ha
•
cargado automáticamente, el desfibrilador se descargará. Pulse nuevamente el botón
CARGAR para volver a iniciar la carga del desfibrilador.
Antes de proceder a la desfibrilación, desconecte al paciente de todos los dispositivos
•
electrónicos que no estén etiquetados como "protegidos contra desfibrilación".
Antes de cargar el desfibrilador, compruebe que se haya seleccionado la energía deseada en
•
la pantalla.
Estimulación
La fibrilación ventricular no responde a la estimulación y necesita una desfibrilación
•
inmediata. Por lo tanto, la disritmia del paciente debe evaluarse de inmediato para poder
administrar la terapia adecuada. Si el paciente está en fibrilación ventricular y la
desfibrilación tiene éxito, pero la parada cardíaca (asístole) continúa, utilice el marcapasos.
Las taquicardias ventriculares o supraventriculares se pueden interrumpir con un
•
marcapasos, pero la cardioversión sincronizada es más rápida y segura en situaciones de
emergencia o de insuficiencia circulatoria aguda.
Después de una parada cardíaca prolongada o en otras enfermedades con depresión
•
miocárdica puede producirse una actividad eléctrica sin pulso. En ese caso, la estimulación
puede producir respuestas del ECG sin contracciones mecánicas eficaces, lo que significa
que es preciso aplicar otro tratamiento.
La estimulación puede provocar respuestas repetitivas no deseables, así como taquicardia o
•
fibrilación en presencia de hipoxia generalizada, isquemia miocárdica, toxicidad a fármacos
cardíacos, desequilibrio electrolítico u otras cardiopatías.
Sea cual sea el método de estimulación, este tiende a inhibir la ritmicidad intrínseca. La
•
retirada repentina de la estimulación, sobre todo en frecuencias rápidas, puede provocar una
parada ventricular, por lo que debe evitarse.
La estimulación temporal no invasiva puede provocar molestias de intensidad variable que,
•
en ocasiones, pueden revestir bastante gravedad, por lo que debe evitarse su uso continuado
en pacientes conscientes.
La estimulación transcutánea puede provocar incomodidad de suave a severa, dependiendo
•
del nivel de tolerancia del paciente, sus contracciones musculares y la colocación de los
electrodos. En ciertos casos, puede disminuir la incomodidad cambiando ligeramente la
colocación de los parches de estimulación.
La inevitable contracción de los músculos esqueléticos podría causar problemas a pacientes
•
muy enfermos y limitar el uso continuo a unas pocas horas. Con frecuencia aparece eritema
o hiperemia en la piel que se encuentra debajo de los electrodos terapéuticos manos libres,
aunque este efecto suele verse incrementado en la parte del perímetro de dichos elementos.
Además, este enrojecimiento disminuye de forma significativa en el plazo de 72 horas.
Se han dado casos de quemaduras debajo del electrodo anterior al aplicar el marcapasos a
•
pacientes adultos que presentan una reducción significativa del flujo sanguíneo de la piel.
En tales situaciones, es preciso evitar la aplicación prolongada del marcapasos, así como
revisar periódicamente la zona de la piel que está en contacto con el electrodo.
También se han descrito casos de inhibición transitoria de la respiración espontánea en
•
pacientes inconscientes con unidades que estaban disponibles previamente y en los que el
electrodo anterior se colocó en una posición demasiado inferior del abdomen.
Asegúrese siempre de que se esté llevando a cabo una estimulación efectiva del paciente
•
palpando el pulso y comparándolo con el ajuste de la frecuencia del marcapasos.
Los artefactos y el ruido de ECG pueden hacer que la detección de la onda R no sea fiable,
•
lo que afectaría al medidor de RC y a la frecuencia del marcapasos en modo de demanda.
Observe siempre atentamente al paciente durante las operaciones de estimulación.
Considere el uso del modo de estimulación asíncrona si no es posible obtener un trazo de
ECG fiable.
9650-000873-23 Rev. C
Guía del usuario de ZOLL M2
Advertencias
1-17