de forma complementaria la estabilidad de su estructura ósea. Tenga en cuenta que esta báscula
registra el contenido de minerales de los huesos. Apenas se puede influir sobre la masa ósea, pero
esta oscila ligeramente según diversos factores (peso, estatura, edad y sexo). No existen pautas o
recomendaciones reconocidas.
Atención
No confunda la masa ósea con la densidad ósea. La densidad ósea solo puede determinarse me-
diante un examen médico (p. ej., tomografía computarizada, ultrasonido). Por ello, con esta báscula
no es posible sacar conclusiones de las modificaciones de los huesos y de la dureza de estos (por
ejemplo, osteoporosis).
BMR
La tasa metabólica basal (BMR = Basal Metabolic Rate) es la cantidad de energía corporal necesaria
para mantener las funciones básicas cuando el organismo se encuentra en un estado de inactividad
total (p. ej., si se pasan 24 horas en cama). Este valor depende fundamentalmente del peso, de la es-
tatura y de la edad. En la báscula diagnóstica, este valor se visualiza en la unidad kcal/día y se calcula
mediante la fórmula de Mifflin-St.Jeor, reconocida científicamente.
Esta es la cantidad mínima de energía que necesita el cuerpo y que tiene que recibir en forma de
alimento. Si recibe menos energía durante mucho tiempo, puede ser perjudicial para la salud.
AMR
La tasa metabólica activa (AMR = Active Metabolic Rate) es la cantidad de energía diaria que con-
sume el cuerpo en estado de actividad. El consumo de energía de una persona es mayor conforme
aumenta la actividad física. En la báscula diagnóstica se determina a través del grado de actividad
indicado (1-5).
Para mantener el peso actual se debe aportar al cuerpo la energía consumida en forma de comida y
bebida. Si, durante un largo periodo de tiempo, se ingiere menos energía de la consumida, el cuerpo
recupera esta diferencia principalmente a partir de las reservas de grasa, lo que provoca una pérdi-
da de peso. Si, en cambio, durante un largo periodo de tiempo se ingiere más energía que la tasa
metabólica activa (AMR) calculada, el cuerpo no consigue quemar este exceso de energía, que se
almacena en forma de grasa en el cuerpo, lo que provoca un aumento de peso.
Relación temporal de los resultados
Tenga en cuenta que solo es importante la tendencia a largo plazo. Las diferencias de peso
rápidas en el plazo de pocos días suelen deberse a la pérdida de líquidos.
La interpretación de los resultados se rige por los cambios del peso total y por los de la proporción de
grasa corporal, agua corporal y masa muscular, así como por el tiempo durante el que ocurren dichos
cambios. Deben diferenciarse los cambios bruscos en cuestión de días de los cambios a medio plazo
(semanas) y los cambios a largo plazo (meses).
Por regla general, los cambios a corto plazo en el peso prácticamente solo suponen cambios en la
proporción de agua, mientras que los cambios a medio y largo plazo también pueden afectar a la
masa muscular y a la proporción de grasa.
• Si el peso disminuye a corto plazo, pero la proporción de grasa aumenta o permanece igual,
significa que solo ha perdido agua (por ejemplo, después de entrenar, de ir a la sauna o de seguir
una dieta restrictiva para perder peso rápidamente).
• En cambio, cuando el peso aumenta a medio plazo, pero la proporción de grasa corporal dismi-
nuye o permanece igual, puede haber generado una valiosa masa muscular.
• Cuando el peso y la proporción de grasa corporal disminuyen a la vez, es que su dieta está fun-
cionando y está perdiendo masa adiposa.
• Lo ideal es que acompañe su dieta con actividad física, entrenamiento o ejercicios de fuerza. De
este modo podrá aumentar su masa muscular a medio plazo.
• La grasa corporal, el agua o la masa muscular no pueden sumarse (el tejido muscular también
incluye componentes de agua corporal).
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