Limpieza del compresor AtmosAir y los tubos
1.
Cerciórese de que la bomba está desenchufada.
2.
Limpie la superficie del compresor y los tubos con un estropajo y un germicida
desinfectante aprobado siguiendo las instrucciones del fabricante. No vierta productos
de limpieza sobre ninguna parte del compresor.
Evite derramar líquidos en los mandos del compresor. Si se derrama algún
líquido, limpie el líquido del compresor con guantes de goma o con la unidad
desenchufada para evitar posibles descargas. Cuando se haya retirado el
líquido, compruebe el funcionamiento de los componentes en el área del
derramamiento. Si quedan líquidos en los mandos, pueden causar corrosión
y hacer que los componentes fallen o funcionen de forma imprevisible.
Esto puede originar riesgos para el paciente y el personal sanitario.
3.
Quite el exceso de solución.
4.
Desinfecte el compresor y los tubos con una solución de cloro (realizada según las
instrucciones de la sección Cuidados y limpieza). Con un paño limpio extraiga todo
el exceso de solución hasta que el paño esté húmedo. Limpie la superficie de la bomba
y los tubos con un paño húmedo.
5.
Deje secar al aire.
Programa de mantenimiento preventivo
El mantenimiento preventivo del SSD AtmosAir consiste en una limpieza periódica (consulte
la sección Cuidados y limpieza) y en una comprobación global del sistema según los intervalos
que se describen a continuación.
Todos los componentes deben limpiarse, desinfectarse e inspeccionarse después de cada
uso de un paciente y antes de ser utilizado por un nuevo paciente. Siga siempre las medidas
de precaución estándar y manipule todo el equipo como si se tratara de material contaminado.
Los centros deben seguir los protocolos locales de limpieza y desinfección.
Limpieza diaria
La funda debe limpiarse a diario con una solución de jabón suave y agua.
Limpieza semanal
La bomba y las mangueras deberían limpiarse semanalmente.
Inspección / revisiones del sistema
Antes de utilizar el SSD AtmosAir con un paciente nuevo, compruebe los aspectos siguientes:
1.
Inspeccione la superficie del colchón para comprobar si presenta desgarros o grietas;
no lo utilice si detecta estos defectos.
2.
Compruebe que el colchón está limpio y que no está excesivamente descolorido.
3.
Asegúrese de que las mangueras y conectores de entrada del colchón y del compresor
están limpios y no presentan daños.
4.
Asegúrese de que el compresor y el cable de alimentación están limpios y no
presentan daños.
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