g. ANTES DE CADA VIAjE
1. COMPROBAR EL CASCO
Compruebe con regularidad que el casco no esté dañado. La
pequeñas ralladuras superficiales no afectarán la función protectora
del casco. Si el casco sufre daños más graves (grietas, abolladuras,
descamaciones y grietas en la pintura), no se debería usar más.
Precaución:
Si ha perdido mucho peso, debería comprobar que la talla del
casco sigue siendo la adecuada (véase la sección E.2.).
2. COMPROBAR QUE EL AJUSTE ADECUADO
(con el casco puesto y la carrillera abrochada)
1. Compruebe que el casco se ajusta a su cabeza.
2. Compruebe que las almohadillas superiores presionan directamente
la parte superior de su cabeza.
3. Compruebe que las almohadillas de las mejillas se ajustan a sus
mejillas.
4. Compruebe que no queda espacio entre su frente y el forro interior
(no debería poder meter los dedos).
Si se siente inseguro sobre el ajuste correcto de su casco, revise
como se averigua la talla del casco (véase la sección E.1.) para
comprobar si la talla de su casco sigue siendo la correcta.
Nota:
Por su propia seguridad, lleve a cabo regularmente el proceso
completo para comprobar la talla de casco (véase la sección E.1.),
al menos cada 4 o 5 semanas.
Precaución:
Si su peso corporal aumenta o se reduce de forma considerable,
tendrá que ver si la talla del casco sigue siendo la correcta (véase
la sección E.1.).
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Advertencia:
¡Nunca conduzca con un casco que no sea de su talla! No llevar
la talla adecuada es peligroso, ya que el casco se puede salir en
un accidente y causar una grave fractura craneal o la muerte.
Advertencia:
¡No utilice el casco sin el forro! Si el forro no se ha montado
antes del uso, el casco no se adaptará de forma adecuada y
se podría salir despedido en un accidente y causar una grave
fractura craneal o la muerte.
3. COMPROBAR LA CARRILLERA
(con el casco puesto y abrochado)
1. Compruebe que la carrillera pasa por debajo de su barbilla.
2. Inserte su dedo índice debajo de la carrillera y empuje.
- Si la carrillera se queda suelta debajo de su barbilla, es
demasiado holgada y se tiene que tensar.
- ¡Si al empujar con su dedo índice se suelta la carrillera, es porque
no está bien abrochada! Desabroche la carrillera y abróchela de
nuevo. Repita la prueba.
3. Si no puede cerrar la carrillera de modo que se quede firme contra
su barbilla, compruebe que el casco es de su talla (véase sección
E.1.).
Nota:
Repita la prueba después de cada rectificación.
Advertencia:
¡Nunca conduzca con la carrillera desabrochada o ajustada
incorrectamente! La carrillera debería ajustar correctamente y no
soltarse cuando se tira de ella. El cierre no está bien abrochado
si la carrillera se suelta al tirar de ella.
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