Conduciendo En La Lluvia - Chevrolet Corsa Guia Del Propietario

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Visión nocturna
Nadie tiene por la noche una visión tan bue-
na como la que tiene durante el día, pero a
medida en que la edad avanza, esta dife-
rencia aumenta aún más. Para ver un mis-
mo objeto un conductor de 50 años puede
necesitar dos veces más de luz que uno
de 20 años.
Su actividad diurna también puede afectar
su visión nocturna. Por ejemplo, si durante
el día estuviera expuesto a la luz solar, in-
teligentemente usará anteojos oscuros para
el sol. Su visión hará menos esfuerzo para
ajustarse por la noche.
Su visión puede quedar encandilada
temporalmente por las luces del tráfico con-
trario. Puede llevar un segundo o dos, in-
cluso varios segundos para que sus ojos
se ajusten a la oscuridad. Al enfrentar luz
fuerte (como la de un conductor que se
olvidó de usar luz baja o de un vehículo
con faros desalineados), reduzca la
velocidad. Evite mirar directamente hacia
las luces. Si hubiera una hilera en el tráfico
opuesto, esté atento para percibir si alguno
de los vehículos está avanzando sobre su
carril. Pasado el exceso de luces, espere
que sus ojos se adapten antes de aumen-
tar la velocidad.
3-22
Uso de luz alta
Si el vehículo que viene en el sentido con-
trario está con la luz alta, de señales ac-
cionando el destellador del faro. Esta es la
señal convencional para que solicite re-
ducción de la intensidad de las luces. Si
aún así el otro conductor no baja la luz,
resista a la tentación de usar la luz alta,
pues esto volverá momentáneamente
ciegos a los dos conductores.
En autopista, use la luz alta solamente en
áreas desiertas, donde otros conductores no
sean perjudicados. En algunos sitios, como
en las ciudades, es prohibido usar luz alta.
Use luz baja cuando esté siguiendo otro
vehículo en carretera o en autopista. En rea-
lidad, la mayoría de los vehículos actual-
mente está equipado con espejos para vi-
sión nocturna, que ayudan a reducir la
intensidad de la luz para el conductor. Pero
los espejos externos no son de este tipo, y
la luz alta que viene de atrás puede impor-
tunar al conductor que va adelante.

Conduciendo en la lluvia

La lluvia y las carreteras mojadas pueden
traer problemas al conducir. No se puede
parar, acelerar o hacer curvas regularmen-
te en calzadas mojadas, pues la adheren-
cia de los neumáticos a la calzada no es
tan buena como en las calzadas secas. Y
en caso de que la banda de rodamiento de
los neumáticos no esté en buenas condi-
ciones, la adherencia será aún peor.
Si comienza a llover cuando está al volan-
te, reduzca la velocidad y sea más cuida-
doso. La calzada puede quedar mojada rá-
pidamente, y al mismo tiempo sus reflejos
pueden estar condicionados para conducir
en calzada seca.

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